Lectio Divina
Martes, 22 de Octubre de 2024
XXIX Semana del Tiempo Ordinario
Por Adrián García, República Dominicana ✍🏻🇩🇴
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo,
Ven Espíritu Santo, hazte luz para mi vida,
Ven Espíritu Santo a llenarme de tu amor y tu fuerza, de tu presencia para ayudarme a recibir dentro de mi a Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne.
Tú, Espíritu Santo, ayúdame a comprender, meditar y aplicar la Palabra de Dios; y que así como lo haces conmigo, otros puedan llenarse y regocijarse con la Buena Nueva.
Amén.
1. Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38
Jesús les dijo:
“Prepárense para todo: sujeten bien su ropa con el cinturón y mantengan las lámparas encendidas. Sean ustedes como los empleados que esperan al jefe, que regresará de la fiesta de bodas. Tan pronto como toque a la puerta, los empleados le abrirán. ¡Felices son aquellos empleados que el jefe encuentra despiertos y preparados! Les digo ciertamente que el jefe mismo se preparará para servirles, les ordenará que se sienten a la mesa y les servirá. Serán felices aquellos empleados, si el jefe los encuentra preparados, incluso si llega a la medianoche o en la madrugada.
Palabra del Señor.
¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio podemos ver a Jesús indicándole a sus discípulos que deben estar preparados en todo momento, deben mantenerse con su ropa puesta y lista, así como las lámparas también encendidas. Les dice que así mismo como los empleados que el jefe encuentra despiertos, así de atentos y preparados deben permanecer ellos. Les exhorta a que si cumplen con esa espera preparados, felices serán, pues cuando llegue su Señor, se sentarán a la mesa con Él.
2. Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
En este texto Dios nos quiere dejar clara la importancia de estar preparados, de tener actitud de vigilancia, de espera, de atención. Jesús se lo dice a sus discípulos a través de la comparación con los empleados y el jefe, para que de la misma manera, nosotros nos mantengamos preparados en todo momento para la llegada de nuestro Señor, pero también, preparados para los momentos en los que Dios nos llama, para esos momentos del día a día en los que Él nos pide algo. La idea es que nos mantengamos atentos para cumplir con nuestra responsabilidad, con sus llamados con los demás y con las situaciones que se nos presentan. También hay que resaltar, que Jesús habla de una recompensa por estar vigilantes, nos dice que nuestro Señor se sentará a la mesa y nos servirá. Esa recompensa no es más que la respuesta de Dios hacia nosotros por estar atentos y cumplir con esa petición. Esa recompensa, es sentir su presencia cercana, que nos sirve y nos llena del amor de Dios.
Esta lectura me deja algunas interrogantes:
✓¿Estoy preparado y atento para lo que el Señor quiera en mi vida?
✓¿Estoy a la espera de su llegada?
3. Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Dios Padre, gracias por hacerme el llamado a la atención y la preparación, gracias por recordarme que debo estar atento a lo que tienes para mí, y a lo que quieres de mí. Te pido Señor, que me ayudes a seguir constantemente preparándome para tí, para tus mandatos, para tus llamados y para los demás. Amén.
4. Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Me quedo pensando repetidamente en la frase: «Prepárense para todo”.
5. Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Estar atento a su llamado y escucha de su voz.