Lectio Divina
Por Nicolás Reynoso de Argentina ✍ 🇦🇷
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Evangelio según san Lucas 11, 47-54
En aquel tiempo, dijo el Señor: ¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas, derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los juristas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido.
Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.
Palabra del Señor.
Lectura. ¿Qué dice el texto?
Antes de comenzar la lectura te recomiendo tomarte un par de minutos, para respirar profundo y apaciguar el ruido de nuestras mentes, enfocando toda nuestra atención en la Palabra de Dios.
El Evangelio de hoy nos muestra un diálogo de Jesús con los fariseos (eran un un partido político religioso, que interpretaban de manera rigurosa la ley y las tradiciones de Israel) y maestros de la ley (personas dedicadas al estudio de la ley de Dios, para luego explicar y enseñarle a los demás).
Jesús les dice:
¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Son testigos y están de acuerdo con ello.
«Yo les voy a enviar profetas y apóstoles, pero esta gente matará o perseguirá a varios de ellos.»
Se le pedirá cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo.
¡Pobres de ustedes, maestros de la Ley, que se adueñaron de la llave del saber! Ustedes mismos no entraron, y cerraron el paso a los que estaban a.
Al salir de ahí, comenzaron a hostigarlo con preguntas, pidiéndole opinión sobre diversos temas, a la espera de que dijera algo con que acusarlo.
Meditación. ¿Qué nos dice Dios en el texto?
En esta ocasión, Jesús nos muestra la hipocresía, la severidad con las que los fariseos y maestros de la ley exigen el cumplimento de la ley de Dios a los demás.
Hombres que se preocupan de las apariencias y distorsionaban el mensaje de Dios.
Creo que como miembros de la Iglesia, en ocasiones nos hace falta más humildad, sin juzgar y en constante búsqueda de la integridad en nuestras vidas, llevando nuestro testimonio no solo con palabras sino con nuestra forma de vivir el día a día. Acompañados de la oración, encomendados en nuestra madre la Virgen María y su hijo: Jesucristo.
De esta manera podremos llevar con mayor eficacia el mensaje de Esperanza y Amor que Jesús nos encomendó.
Jesús nos invita a ser autocríticos como miembros de la Iglesia.
Te propongo que reflexionemos juntos:
•¿Cuántas veces crees que pudimos haber alejado a aquellos que quisieron acercarse a Dios y no fueron recibidos adecadecuadamente?
•¿Te exiges tanto a ti mismo, como en ocasiones lo haces con los demás?
Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor Jesucristo te pedimos que siempre nos lleves por el recto camino, para poder llevar tu mensaje sin distorsión alguna.
Señor, también te pedimos para que nos ayudes a ser hombres y mujeres íntegros en nuestras casas, trabajo y en nuestras comunidades.
Señor, te pedimos por las vocaciones sacerdotales que son los pastores de tu Iglesia.
Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
“¡Ay de vosotros, los juristas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido”.
(Repetimos).
Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
Señor, me comprometo a ponerme como objetivo cada semana a mejorar algún aspecto de mi persona, a buscarte de manera más frecuente en la oración, porque reconozco que no puedo solo.
Pedir por el Papa y los sacerdotes que guían al pueblo de Dios.