Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 11, 29-32

Lectio Divina por Tamara Ruíz

Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo Inspíranos para que pensemos santamente.
Espíritu Santo, incítanos para obremos santamente.
Espíritu Santo, atráenos para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos para que defendamos las cosas santas.
Espíritu Santo, ayúdanos para que no perdamos nunca las cosas
santas.
Amen.
Evangelio según San Lucas 11,29-32.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta
es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro
que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas,
también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de
esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de
la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien
que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se
levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se
convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es
más que Jonás.
Palabra del Señor
Meditación: En este evangelio Jesús hace una acusación muy fuerte
contra el pueblo judío, quienes querían Jesús diera una señal, ya
que no creían en sus milagros. En este evangelio y en los de los
próximos días podremos ver la continuación de esta acusación de
Jesús, curiosamente este evangelio y los posteriores fueron
utilizados para despertar en los cristianos el antisemitismo que
genero tanto mal para la humanidad. Jesús sin embargo en ellos
nos invita a mirar a ese fariseo que vive escondido en nuestra
Iglesia y en cada uno de nosotros, que es quien realmente merece
la crítica por parte de Jesús. La señal de Jonás: Jesús recuerda en este evangelio al profeta
Jonás como señal para los ninivitas. Sin embargo es bueno
considerar como paralelos los evangelios de Mateo y Marcos donde
se contemplan detalles. Por ejemplo el evangelio de Mateo se
indica que los judíos pidieron una señal (Mt 12,38) perdían ese
milagro para confirmar que Jesús era el enviado de Dios, pero Jesús
no se sometió a sus criterios. En el evangelio de Marcos se indica
que Jesús, ante el pedido de los fariseos, soltó un profundo respiro
(Mc 8,12), quizás por disgusto o tristeza ante tanta ceguera. Jesús
señala que “Porque así como Jonás fue signo para los ninivitas, así
lo será el Hijo del hombre para esta generación”. En el evangelio de
Mateo se menciona que Jonás estuvo en el vientre de la ballena tres
días y tres noches, así mismo Jesús estaría en el seno de la tierra
tres días y tres noches. Jesús revela que su señal será la
resurrección.
Salomón y la reina del Mediodía: La alusión a la conversión de la
gente de Nínive asocia y hace recordar la conversión de la Reina del
Mediodía, es decir evoca el episodio de la Reina del Mediodía que
reconoció la sabiduría de Salomón, y es una muestra sobre cómo se
usaba la Biblia en aquel tiempo por asociación. La interpretación
principal era ésta: “La Biblia se explica por la Biblia”.
Después de la digresión sobre Salomón y la Reina del Mediodía,
Jesús vuelve a hablar de la señal de Jonás, al destacar que los
ninivitas se convirtieron por la predicación de Jonás. Jesús se revela
como el hijo de Dios al señalar que él es mayor que Jonás, mayor
que Salomón.
Jesús critica a los escribas y a los fariseos que llegaban a negar la
evidencia, volviéndose incapaz de reconocer la llamada de Dios en
los acontecimientos. Meditemos si hoy ¿nosotros merecemos esta
misma crítica de Jesús? Muchos hoy se convierten al ver los
acontecimientos actuales: las guerras, la destrucción
medioambiental, las injusticias, la violencia, etc.; sin embargo
muchos de nosotros que nos decimos cristianos conversos seguimos
dudando de Dios, seguimos pidiéndole señales o “los milagros” que
de acuerdo a nuestros propósitos son para nuestro bien, pero olvidamos que al rezar el Padre Nuestro le estamos pidiendo a Dios
que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo, es decir que
se haga su voluntad en nuestra vida, y es que a pesar de nuestras
dificultades debemos seguir firmes en la fe en Cristo sin
condicionarla pidiendo señales para creer.
Oración:
Escuchando el himno de la JMJ de Madrid, pidamos al Señor que
nos de la fe ciega en él, no una fe condicionada a las señales o
milagros.
Señor permítenos tener fe ciega en ti, ayúdanos a dejar actitudes
farisaicas que condicionan nuestra fe en ti pidiéndote señales o
“milagros” según nuestras actitudes egoístas.
Ayúdanos a tener fe ciega en ti Señor, para tener conciencia de que
tú nos llevas siempre donde tu misericordia nos proteges.
Permítenos tener la Sabiduría de Salomón dejar nuestra ceguera
espiritual y regálanos la valentía de Jonás para ser profetas de
nuestro tiempo. Amen.
Contemplación:
Interioricemos la Palabra de Dios:
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del
hombre lo será para esta generación.
Acción:
Les invito a realizar un examen de conciencia y descubrir a ese
fariseo que vive en nosotros que duda de Dios y exige señales para
creer.
La segunda acción es ser profeta como Jonás, compartiéndolo con
nuestro hermano sobre el mensaje que el Señor nos ha regalado en
este evangelio el día de hoy.

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