Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 11, 27-28

Lectio Divina por Marlon Vaca Muñoz Ecuador

0. INVOCACIÓN

Espíritu Santo, hoy te necesito, hoy tengo sed de ti. Ven y derrámate en mi corazón, cierra mis oídos al mundo que en este momento solo te quiero escuchar a ti. Por favor Espíritu Santo, guíame que quiero aprender de ti. Amén.

1. LECTURA Lucas 11, 27-28

Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer entre la gente gritó:
—¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió!
Él contestó:
—¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!
¿Qué dice el texto?
El evangelio del día de hoy es bastante corto pero muy rico, empieza mostrando una actividad típica de Jesús, estaba enseñando. Hablaba a la gente y la gente escuchaba. Es ahí cuando una mujer “gritó”, no hablo, no comentó, no se lo dijo a quien estaba junto a ella, “gritó”, ¿cuánta debe haber sido la emoción, el fuego en su corazón y la alegría que la llevaría a levantar la voz? Pero lo interesante es lo que dijo. “Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió”. Escuchaba a Jesús, sentía su amor y la voz de Dios en él y pensó en lo orgullosa, en lo feliz, en lo dichosa que debe ser María por ser madre del mismísimo salvador. Se puede decir que incluso su grito es una envidia de saber que existe una mujer que recibió tan increíble bendición de llevar al Hijo de Dios en su vientre, y no solo eso, pudo presenciar con sus ojos como crecía en gracia y en espíritu.

La respuesta de Jesús es la manera de encontrar el camino a bendiciones tan grandes como las que tuvo María. Escuchar la palabra de Dios y obedecerla. En primera instancia pareciera que Jesús corrige a la mujer, pero en realidad complementa su enunciado. “Dichosa la mujer que te dio a luz y te crío porque ella se hizo esclava de la palabra y la obedeció”.

2. MEDITACIÓN ¿Qué me dice a mí el texto?

Me uno a la veneración de aquella mujer hacia María, que dicha poder ver con los propios ojos al salvador y me pongo a pensar, ¿hubiera podido yo, cuidar de Jesús?, es decir cuidar de quien me cuida a mí. Y si llevo ese grito a la actualidad, a mi vida, ¿cuido yo de Jesús dentro de mí corazón? ¿es mi corazón un lugar digno para que su palabra crezca?
Jesús en ningún momento pone en segundo lugar a María con su respuesta, sino que nos da la clave para poder seguir su modelo, “hágase en mí según tu palabra”, dichosa María que escuchó y sin pretextos, obedeció. Ahí está la clave, escuchar su palabra y obedecerla.
¿puedo yo, como María, escuchar la palabra y obedecerla?

3. ORACIÓN

Precioso Espíritu Santo, hoy quiero, hoy deseo, hoy necesito la relación que tienes con María.
No soy digno, no estoy ni cerca, pero hoy quiero dar un paso más, hoy quiero llevar un nuevo nivel de intimidad contigo. Por favor, esta llama que siento hoy, no permitas que se apague nunca, más bien que cada día crezca. Quiero enamorarme de tu palabra. Solo contigo lo puedo hacer, te amo Espíritu Santo. Amén

4. CONTEMPLACIÓN

Contemplemos en lo más íntimo de nuestro ser, lo que Dios nos quiere decir en nuestro corazón, llevemos marcado en nuestra vida y en nuestro caminar

“Dichoso quien escucha lo que Dios dice y lo obedece”

5. ACCIÓN

En el día de hoy, bajo la intercesión de nuestra Madre María.
¿de qué manera puedo acercarme más al modelo, que es María, en mi vida diaria?

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