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Lectio Divina
Por Amelia Reyes Liscano de Venezuela
Invocación al Espíritu Santo
¡Ven Espíritu Santo!
Concédenos el don de discernir la voluntad de Dios para nuestra vida, contenida en su Palabra.
Ayúdanos a ser dóciles a esa misma voluntad, permite que nuestros deseos, planes, proyectos, sean siempre los que Dios quiere para nosotros.
Amén
Lectura:
Lc 10,1-9: La mies es abundante y los obreros pocos.
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
-La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: «Paz a esta casa». Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: «Está cerca de ustedes el reino de Dios».
El Evangelio de hoy nos presenta el envío para la misión, Jesús reconoce que la base de ella es la oración, por tanto, hay que rogar al dueño de la mies, que envíe obreros a su mies, los discípulos reciben el llamado imperioso de Jesús, marcado por la acción:
«pónganse en camino»
Implica que la misión es en movimiento, en salida…
«les mando como ovejas en medio de lobos»
Una invitación a mirar la realidad, reconocer el lugar que el misionero ocupa en la misión.
«no lleven talega, alforja, ni sandalia»
La misión requiere pobreza, desapego y confianza en la providencia del Padre.
El resto del Evangelio propone que el anuncio trae paz, signo de la cercanía del Reino; que no es proselitismo sino anuncio y testimonio; y que también requiere la libertad para irse, evidenciando la responsabilidad de haber rechazado el mensaje de salvación, pero sin condenas ni maldiciones.
Meditación:
El texto de hoy nos invita a la misión, nosotros bautizados, hemos recibido el compromiso del anuncio del Reino de Dios; a veces nos cansamos, pensamos que hacemos mucho y somos tan pocos, el Señor lo sabe, por eso nos dice ¡Rueguen al dueño de los sembradíos, que envíe trabajadores a su cosecha!
Nos invita a ponernos en camino, a dar pasos en el anuncio del Reino, ¡Señor, pero es tan fácil quedarnos en la comodidad del templo! ¡Dios, pero me la paso tan bien en el grupo juvenil! ¡Jesús, pero que bien es sentarme a esperar a que los demás vengan a la parroquia!
Y el Señor nos responde, nada de eso, «Pónganse en camino»… Y esa es una nota característica de la Iglesia; un pueblo dinámico, que se renueva con la fuerza del Espíritu Santo, en la misión.
Hoy nos sigue llamando a salir, a predicar que el Reino de Dios está cerca, a ser comunicadores de la paz y de la esperanza, que renunciemos a nuestros apegos y convicciones para dar pasos hacia la construcción de la Civilización del Amor.
Oración
Me llamas, me invitas,
me envías
Mueves mi corazón, interpelas mis pasos,
¿Soy tu discípula?
Envíame a mí,
Conmueve mi vida, para moverme contigo.
Quieres que confíe en tí,
Que renuncie a mis apegos, que si necesito llevar algo, que solo seas Tú Señor.
Quieres que promueva la paz,
Que anuncie que un nuevo mundo está cerca,
Que una Nueva Civilización es posible
Si te acogemos a tí Señor.
Dame fuerza en la misión
Desprendimiento en el camino
Valentía para anunciarte sin miedo
Alegría de aceptar tu voluntad. Amén
Contemplación
Manda Señor, obreros a tu mies
Acción
Este Evangelio me invita a anunciar sin miedo que el Reino de Dios está cerca, me comprometo a animar la organización de Jornadas de Evangelización en mi parroquia, a ponernos en movimiento como comunidad, confiando en la providencia del Padre.
