Lectio Divina
Bricela Olmedo de México 🇲🇽✍🏻
• Oración inicial
¡Oh, Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, se ilumine mi mente y abras mi corazón para encontrar en tu Palabra a Cristo, Camino, Verdad y Vida.
Amén.
• Lectura del santo Evangelio según Lucas 10, 38-42
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.»
Palabra del Señor.
• ¿Qué me dice el texto?
“Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola…”
• Meditación
Me llama hoy la atención la respuesta: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola.
Marta se preocupaba con todos los preparativos: Marta siendo tenía la tendencia a hacerse cargo. Se preocupaba por los detalles y ella deseaba agradar a Jesús, pero al hacerlo se encontró con dificultades para relajarse y disfrutar de la visita de su invitado. Era aún más difícil para ella aceptar la falta de cooperación de parte de María en todos los preparativos. «Así que se acercó a Él y le dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola?” ¡Dile que me ayude!»
La frustración de Marta era tan intensa que ella le preguntó a Jesús para resolver el asunto. Ella demanda Jesús, «¡Dile, pues, que me ayude!» Marta está diciendo a Dios Todopoderoso lo que Él debía hacer. Su frustración se hace presente. Marta está enojada y ella le reclama a su invitado.
María probablemente había estado ayudando en los preparativos. Pero, cuando aparece Jesús, ella tomó la decisión de ir a escucharlo. Ella sabía que cada palabra que Él decía era precisa y el tiempo era corto.
Pienso en que Marta está muy distraída y ocupada con tantas cosas, que está en riesgo de perder de vista lo que es realmente importante. Vivimos en un mundo que está siempre lleno de distracciones.
Igual que Marta, dejamos lo importante por cosas que no lo son y así nos pasa la vida. Cuando estamos preocupados y molestos por tantas cosas como Marta, tratando de hacer todo bien, perdemos oportunidades. Tenemos que parar, pensar y «confiar en el Señor con todo nuestro corazón, y no nos apoyemos en nuestro propio entendimiento. «Reconócele en todos nuestros caminos, y Él enderezará nuestras sendas.»
(Proverbios 3, 5-6).
• Oración
Pido al Señor que me conceda la gracia de descubrir lo importante, para saber cómo elegir la mejor parte y que no me sea quitada.
Ayúdame a centrarme en lo realmente importante.
• Contemplación
¿Tenemos nuestras prioridades en orden? ¿Estamos preocupados o ansiosos acerca de muchas cosas, o nos centramos en Jesús?
• Acción
Observarme: ¿En dónde esta mi atención? ¿Mantengo el equilibrio entre acción y contemplación?