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Lectio Divina
Por Ollin Mallinali Díaz de México✍ 🇲🇽
Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo divino. Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la eternidad.
María, Madre de misericordia, muestra a tus hijos el Corazón de Jesús, que tú viste abierto para ser siempre fuente de vida.
Amén.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9 📖
En aquel tiempo, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludáis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: «Paz a esta casa.» Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros.»
Palabra del Señor.
¿Qué dice el Texto?
San Lucas, quien fuera colaborador y compañero cercano y fiel a San Pablo, también conocido como “el médico amado” referencia a su trabajo diario, nos relata: 1° La elección que el Señor realiza, siempre en exactitud sin dejar fuera a nadie porque 76 si lo divides entre 2, no hay sobrantes, es decir, siempre unión, porque hasta la oveja perdida si solo fuera 1 salida del rebaño hasta por ella iría, es decir, que nadie quede fuera del Reino y una vez que te integra, te pide solo una cosa: trabajar por este Reino, pero, ¿Qué es el Reino? Es la victoria, la victoria de elegir, de regresar al camino, de sanar, de recordar, lo que hace bien al alma, lo que te trae paz y alegría, bienestar, si te ha mostrado la victoria, devolviendo la vista, quitando lo parapléjico, la sordera, la misma muerte, que no te apedreen más, si has visto esta luz del Reino y de victoria, haz lo mismo con tu prójimo, sé un hermano, un amigo, como lo eran los Apóstoles entre ellos, cuando te toque ser madre como María o padre como José, o hijo como Jesús, que fuerte, que difícil pareciera esta tarea; pero, empieza paso a paso, de uno en uno, y ve acompañado que entre dos es mejor, como en la cruz le dijera a su misma madre: «he ahí a tu hijo, y a su apóstol he ahí a tu madre», y sirve a quien te reciba y a quien no no pierdas tu tiempo, no te detengas , sigue caminando. Porque tú eres parte de ese Reino, de ese camino que acerca a otros y que te acerca cada vez a ti, por todo lo que así mismo vas descubriendo, descubriendo cada vez más a Dios en la vida de los otros, su rostro escondido en el hermano que sufre de no conocer el Reino.
Meditación. ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Recientemente fui a ver la película de Lourdes y justo este Evangelio me hace pensar en la parte que dice: Curad los enfermos que haya en ella, y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros.» Cuántas personas con distintos tipos de enfermedades, pero con tanta apreciacion y sabiduría en la vida que a veces muchos sanos por fuera carecemos, porque cargamos de la misma enfermedad externa pero al interior del alma que es más pesado, y me hace pensar en cuántas veces somos prisioneros del miedo, del temor a vivir, y cuántas veces una vez que hemos superado algo gracias a Dios, nos olvidamos con quien tenemos al lado, porque tengo trabajo, porque tengo tareas que atender, cuando lo importante no es lo que parece primero, sino lo que es primordial, acaso no te gustaría que en tu trabajo existiera más armonía? ¿O en el trato en la escuela? ¿Con el vecino? Para transformar una sociedad primero se transforma uno con la ayuda de Dios, que es el camino, la verdad y la vida, y después se pone en camino con nuestras acciones hacia el otro.
Oración ¿Qué le respondo a Dios?
Volverse consciente de lo que me invita Dios cada día a ser o hacer.
Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
¿Mis acciones están correspondiendo a lo que Dios me enseña en su Evangelio?
En la forma en que me comunico con el otro, ¿me acerco o me alejo de Dios?
Acción. ¿A qué me comprometo con Dios?
Deseo indagar más en profundidad sobre el conocimiento de las Sagradas Escrituras.
