Lectio Divina por Marcela Lizondo De Argentina
LECTIO DIVINA LC. 10, 1-12
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO de San Agustín
Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente. Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente. Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas. Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas. Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. AMÉN
LECTURA: Lc. 10, 1-12
«1Después de estas cosas, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él iba a ir.
2Pero les dijo: “La mies es mucha y los obreros pocos. Así que rogad al Señor de la mies para que envíe obreros a su mies.
3Id; he aquí que os envío como corderos en medio de lobos. 4No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias y no saludéis a nadie por el camino.
5En la casa en que entréis, primero decid: ‘Paz a esta casa’. 6Y si allí hubiera un hijo de paz, reposará sobre él vuestra paz; pero si no, se volverá a vosotros. 7Pero permaneced en la misma casa, comed y bebed lo que tengan, porque digno es el obrero de su salario. No vayáis de casa en casa.
8Y en la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan 9y curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘Está llegando sobre vosotros el Reino de Dios’. 10En la ciudad en que entréis y no os reciban, saliendo a sus plazas decid: 11‘Sacudimos sobre vosotros hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies; sabed, de todas formas, que está llegando el Reino de Dios’. 12Os digo que en aquel día habrá menos rigor para los habitantes de Sodoma que para aquella ciudad”.
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
El evangelio de este día es la continuación del texto en donde el Señor los llama a los discípulos a seguirlo y deja en claro que para seguirlo ya no se puede mirar atrás. Unido por la expresión “Después de estas cosas” continúan las lecciones de discipulado. Y en esta ocasión se nos narra la misión y envío de 72 discípulos, un envío exclusivo de Lucas, aunque con materiales compartidos con Mateo. Lucas ya había contado el envío de los Doce (9,1-6) y ahora narra el de los 72. La perícopa no está completa, faltan los vv. 13-16. Y, después de narrar la vuelta de los misioneros, el evangelio continúa con la exclamación feliz de Jesús a Dios Padre porque el Evangelio ha sido revelado a los sencillos (10,21-22). Lucas es el único evangelista que nos relata dos envíos de Jesús, lo que confiere a este tema una importancia especial: un discípulo de Jesús es siempre un enviado suyo, es siempre un misionero.
La historia de la salvación está llena de envíos de Dios. Envía a Abraham para formar el nuevo pueblo (Gén 12,1), envía a José a Egipto para salvar vidas (Gén 45, 4-5), envía a Moisés para sacar a su pueblo de Egipto (Éx, 3,10), envía a los profetas para proclamar su voluntad y envía a multitud de ángeles para que transmitan sus designios. Cuando Jesús envía a los discípulos recalca el deseo que Dios tiene de que su mensaje llegue a los hombres a través de otros hombres.
Jesucristo envía a sus amigos a los lugares donde Él había de ir. ¡Con qué entusiasmo, con qué alegría, con qué ilusión partirían estos setenta y dos privilegiados! El solo pensamiento de que Jesús confiaba en ellos sería como una brisa fresca que les renovaba el alma cada mañana. Nosotros podemos continuar la labor que ellos comenzaron.
También hoy Jesús quiere entrar en muchos corazones y necesita de amigos -¡nosotros!- que le preparen el camino:
- Preparan el camino de Jesús la madre y el padre de familia que, a pesar de sus muchos afanes, sacan todos los días unos minutos para convivir con los hijos y enseñarles con las palabras y el ejemplo las virtudes y la forma de vivir de un cristiano.
- Prepara el camino de Jesús el que con su vida honrada provoca a creer que sí se puede -¡qué hallazgo!- vivir con la honestidad que Cristo predicaba.
- Preparan el camino a Jesús esos jóvenes que tienen el valor heroico y martirial («mártir» viene del griego «testigo») de vivir con pudor y respeto al cuerpo en esta sociedad obsesionada por la libídine y que se muere de envidia ante estas almas con las agallas suficientes para librarse de la esclavitud que a ella le sofoca.
- Prepara el camino de Jesús el cristiano que cada día despierta con la ilusión maravillosa de saberse elegido por Cristo para hacerle presente entre los hombres.
- Prepara el camino de Jesús el cristiano que se sabe puente entre Dios y los hombres, y sabe respetar la voluntad de Dios para cada alma. También hoy el Espíritu Santo inspira caminos diferentes dentro de la Iglesia para llevarnos a Cristo. Caminos que debemos amar, defender y proteger.
Jesús no vence al mundo con la fuerza de las armas, sino con la fuerza de la Cruz, que es la verdadera garantía de la victoria. Y esto tiene como consecuencia para quien quiere ser discípulo del Señor, su enviado, el estar preparado para la pasión y para el martirio, para perder la propia vida por Él, para que en el mundo triunfe el bien, el amor, la paz. Esta es la condición para poder decir, entrando en toda realidad: «Paz a esta casa».
MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
¿Descubro el llamado de Dios en mi vida?
¿Soy consciente que mi servicio es comunicar a otros la voluntad de Dios y no la mía?
¿Estoy dispuesto a “salir” como el Señor me lo pide, sin llevar ninguna de mis “comodidades”?
El Señor me pide “llevar” la Paz. ¿Vivo mi vida con esa paz que viene de Dios y que me pide llevar a los demás?
ORACIÓN: ¿Qué le digo al Señor?
Jesús, Tú me enseñas que quien te lleva en el corazón se llena de paz y transmite la paz. Necesito crecer en la paciencia y la humildad para ser ese instrumento que pueda llevar tu paz, donde haya desunión, egoísmo, tristeza, etc., como nos dice san Francisco de Asís que celebramos hoy. No permitas que me autoengañe «aparentando» seguir tu voluntad cuando en el fondo busco hacer siempre mi parecer. Dame tu gracia Señor para escuchar tu Palabra y ponerla en práctica. AMÉN
CONTEMPLACIÓN
Los invito a contemplar éste hermoso desafío que nos propone el Señor, a través de ésta canción: “SIN MIEDO ME CONFÍO EN TU GRACIA, ME PONGO EN MARCHA TU AMOR ME BASTA”
ACCIÓN: ¿Qué me comprometo a hacer?
Preparemos el camino de Jesús como personas agradecidas, que endulzan la vida y son recreo del cielo por su sencillez. Seamos “dispensadores” de la verdadera Paz que viene de Dios.-