Lectio Divina por Eduardo Rafael García de Honduras
Muy buen día para todos!
Sábado de la Tercera Semana de Adviento.
Texto: San Lucas 1, 46-56
Paso 0: Statio (Invocación al Espíritu Santo)
De luz nueva se viste la tierra,
porque el sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido.
El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.
Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia la alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.
Gloria a Dios, el Señor Poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén
(Liturgia de las Horas, Tomo I)
Paso 1: Lectio (¿Qué dice el Texto?)
San Lucas 1,46-56
Y dijo María:
“Mi alma engrandece al Señor,
y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador,
porque se fijó en la humildad de su servidora.
Desde ahora, todas las generaciones me llamarán dichosa, porque obras grandes hizo en mí el Poderoso.
Su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Desplegó la fuerza de su brazo
y deshizo los planes de los orgullosos,
derribó a los poderosos de sus tronos
y elevó a los humildes,
a los hambrientos los llenó de bienes
Y a los ricos los despidió con las manos vacías.
Ayudó a su servidor Israel,
acordándose de la misericordia
que le había prometido a nuestros antepasados,
a Abrahán y a sus descendientes para siempre”
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Traducción (Biblia de América, BIA)
Este canto, tradicionalmente llamado Magníficat por su primera palabra en la traducción latina, es un himno de acción de gracias a Dios por la realización de su obra salvadora a favor de Israel, compuesto por frases y reminiscencias de textos del Antiguo Testamento.
María encarna al nuevo Israel que da gracias a Dios porque cumplió todo lo anunciado en las Escrituras.
María es dichosa porque en ella Dios comenzó las grandes obras con las que cumplió su promesa de socorrer a los pobres y desvalidos de la humanidad.
Paso 2: Meditatio (¿Qué me/nos dice el Texto?)
A la luz de la Palabra que hemos leído, estando ya cerca la Navidad, la fiesta de la Luz, pidámosle a Jesús que nos ayude a preparar nuestro corazón y que su Palabra nos interpele. Dejémonos ayudar con las siguientes preguntas:
▪“Mi alma engrandece al Señor, mi espíritu se alegra en Dios”. ¿Vivo la alegría de la presencia de Dios en todas mis acciones, planes y proyectos?
▪“se fijó en la humildad de su servidora” ¿Dispongo mi vida entera al servicio de Dios, de los demás y de la Iglesia con humildad y generosidad?
▪“Hizo obras grandes en mí el Poderoso” ¿Soy capaz de reconocer los momentos en los cuales Dios ha intervenido en mi historia personal y familiar de manera directa y con misericordia?
▪“Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”
¿Trabajo día a día por la paz y la justicia? ¿Qué actitud tomo ante las virtudes y capacidades que el Señor me ha dado, con soberbia o humildad?
▪“a los hambrientos los llenó de bienes y a los ricos los despidió con las manos vacías”
En este Adviento, ¿he ayudado a quienes más lo necesitan? ¿Soy capaz de compartir un tiempo de calidad con los que están más alejados? ¿Soy compasivo con los que viven en las periferias de la existencia?
▪“acordándose de la misericordia”
¿Qué obras de misericordia puedo hacer a manera de agradecimiento por la presencia de Dios en nuestra historia?
Paso 3: Oratio (¿Qué le respondo al Señor?)
Dios con nosotros, habítanos por dentro.
Haz de nuestra entraña tu hogar
y de nuestro ser tu lugar.
Dios con nosotros, habítanos por dentro.
Que quien se acerque a mí te encuentre,
naciendo, existiendo, amando, impulsando la vida.
Dios con nosotros, habítanos por dentro.
Que no exista ningún espacio ajeno a ti.
Que allí donde parezca que Tú no podrías estar
esté yo dejándote pasar
y siendo, desde mi fragilidad,
tu explosión de Vida, Verdad y Libertad.
Paso 4: Contemplatio (¿Cómo interiorizo este mensaje?)
Junto a María, recito nuevamente el Magníficat, pero lo hago siendo consciente del Misterio de Dios hecho Niño, y de las maravillas que Él trae para mi vida. Me detengo en la frase más significativa para este momento de mi historia.
Anhelando la libertad para nuestros pueblos, nos detenemos en la frase “Derribó del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”.
Paso 5: Actio (¿A qué me comprometo?)
Elaboraré mi propio Magníficat, y escribiré en una hoja en blanco los momentos en los que Dios ha renacido en mi vida, para luego depositarla ante el pesebre.
Rezaré junto a mi comunidad o familia el Magníficat, previo a la celebración de la Navidad.