Lectio Divina Por Carlos Mendoza de Pánama.
Martes 12 de Diciembre de 2017
Invocación del Espíritu Santo
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 1,39-45
En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Meditación
Lucas presenta a dos mujeres embarazadas con sus respectivos niños como símbolos del Dios generador de vida. María e Isabel forman la nueva familia que nace de la escucha de la palabra transformadora del servicio. Estas dos mujeres llenas del espíritu de Dios, son bendecidas por ser fieles a la acción del espíritu santo. Dios actúa de una manera única y maternal en estas dos mujeres para anunciar que el Dios de Israel sigue visitando a su comunidad. María ha acompañado a la iglesia y a la comunidad en momentos difíciles de su historia. Antes tantos símbolos de muerte que experimenta las mujeres, necesitamos escuchar nuevamente el saludo de María y la voz de Isabel que anuncien y afirmen que Dios nos sigue visitando. Hoy más que nunca debemos regocijarnos en el Dios de María e Isabel para seguir celebrando que Dios sigue cumpliendo su Palabra. La presencia de María e Isabel debe ser motivo de fortaleza de que Dios nunca nos abandona, y sobre todo de que Dios es fiel a su promesa de amor.
Colocándome en la posición de María e Isabel: ¿soy capaz de percibir y experimentar la presencia de Dios en las cosas sencillas y comunes de la vida de cada día?
El elogio de Isabel a María: “¡Has creído!” Su marido tuvo problema en creer lo que el ángel le decía. ¿Y yo?
Oración
Señor, lléname de aquella gracia que le otorgaste a María para así poder escuchar tu palabra y colocarme en camino hacia mi misión, que importa cuán largo o confuso sea el camino, Caminare confiado de tu mano, viviendo de acuerdo a tus planes y promesas de amor, Señor mi corazón anhela cumplir mi misión pero solo no podre lógralo, ayúdame a cargar mi cruz ya que contigo el camino suele ser más fácil.
Oh Madre querida, Gracias por amarnos tanto y por tu agradable protección y llévame a ese encuentro diario con tu hijo amado, mi Señor Jesucristo. Amen
Contemplación
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Acción
María nos enseña a que debemos salir de nuestra zona de confort, a despojarnos de nuestras comodidades y empezar a salir de nuestras casas anunciando a un Dios vivo y misericordioso que anhela la atención de sus hijos desorientados.