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Lectio Divina por José Rivera Hernández de Honduras
Buenos días hermanos de cristonautas, que la paz de cristo este en cada una de sus vidas y en sus labores diarias, aqui les dejo la reflexiòn de la lectio, del dia de hoy, Dios les bendiga. 🙏🏻🙏🏻
MIÉRCOLES DE LA XIX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.
INVOCACIÒN
Ven Espíritu divino, Espirito de amor, Espíritu de Dios, derrámate sobre nuestra mente, nuestro ser, nuestro cuerpo, abre los ojos de nuestro corazón, para entender y comprender el mensaje que el padre nos quiere regalar a través de este texto bíblico, quédate con nosotros Espíritu Santo.
Amen.
1. LECTURA
Evangelio Según San Lucas 1, 36-59
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludo a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el señor te ha dicho!
María dijo:
«Mi alma alaba la grandeza del señor, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava,
Y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre!
Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes.
Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.»
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa.
Palabra del Señor.
2. MEDITACIÒN
El texto del día de hoy nos pone a reflexionar varias cosas:
1. ¿Qué tan grande es mi devoción por nuestra madre María, la reconozco como madre, creo en ella, en su poder de intercesión, tal como lo hizo su prima Isabel cuando la saludo?
2. ¿María es bien recibida en la casa de mi corazón, mi interior, así de la misma manera que la recibió Isabel, con alegría, entusiasmo, y mucho gozo?
3. ¿Reconozco a Jesus a través de nuestra madre, comprendiendo su humildad, sencillez, fe, amor, y con su ejemplo como persona, seguir su ejemplo en mi propia vida?
4. ¿Soy agradecido con Dios, por todas las bendiciones y gracias, que recibo del padre, así con esa misma convicción y fe que lo hizo María?
3. ORACIÒN
Padre Santo, gracias por este nuevo día que nos regalas, ponemos en tus manos, todos los compromisos y que haceres del día, a la luz de este texto que hemos meditado, te pido me des esa misma fortaleza, amor, humildad, convicción, confianza, fe, que tuvo la virgen María y así como tú te fijaste en ella, para ser la madre de tu hijo Jesucristo, fijarme en ella y poder reconocerla y amarla cada día, como mi madre celestial e intercesora en mi vida.
Amen.
4. CONTEMPLACIÓN
¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el señor te ha dicho!
5. ACCIÓN
Ofrecer un rosario cono regalo a nuestra madre María, en el día de su asunción y reconociéndola cono Reina del cielo y Madre de todas las naciones.
