Lectio Divina por P. Gabriel Ola Velasquez de Guatemala
Invocación al Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza
para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
(Cardenal Verdier)
Lectio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
Meditatio ¿Qué me dice el Texto?
Situémonos en la escena que nos narra el evangelio en Nazaret, tantas rafiguraciones pictóricas de grandes artistas nos ayudan en esto, pienso a la famosa Anunciación de Fra Angelico que conocí a Florencia.
Al inicio de esta Tercera Semana de Cuaresma el calendario litúrgico nos propone la figura de la Madre de Jesús, la Bienaventurada Virgen Maria, en el misterio de la Anunciación del árcangel Gabriel. En aquel momento María era una muchachita, prometida en matrimonio a José. El matrimonio estaba previsto, pero aún no habían convivido juntos, por eso María le dice al ángel que todavía no ha conocido varón.
En esta página evangelica hay dos protagonistas, la Bienaventurada Virgen María y arcángel Gabriel, que es el embajador que porta la Palabra de Dios. María en su sencillez tiene gran apertura a la voluntad de Dios. Y es la Palabra de Dios la que le transforma, le da seguridad y, respetando la libertad de María, la lleva a una aceptación gozosa de la voluntad divina. María responde que se haga en mí según tu Palabra.
María en su sencillez está abierta a la voluntad de Dios. Y es la Palabra de Dios la que transforma, da seguridad y, sin forzar la libertad de María, la lleva a una aceptación gozosa de la voluntad divina. María responde que se cumpla en mí tu Palabra.
La historia de la humanidad, sé transforma a partir de este momento. Y el verbo se hizo carne y habito entre nosotros. Por eso Maria ocupa un puesto dignisimo en la historia de la Salvación, lugar único, en los designios de Misericordia Dios sobre todos los hombres. El “sí” de María en pequeñez apertura todos los “síes” de todos los hombres que somos invitados a decir “Si” a las llamadas de Dios.
Oratio ¿Cuál es mi respuesta al Texto?
María escucha, acoge La Palabra. La cual da ricamente fruto en su interior, no pasan como en vano, sino que se quedan y echan raíces en su corazón. Nuestra oración deber llevarnos a aprender de María a vivir una acogida humilde del Plan de Dios en nuestra vida de cada día, en nuestros proyecto. Y por eso con ella repetimos Fiat Hágase en mí según tu Palabra Nuestra confiada oración nos debe llevar a aceptar con amor filial los designios divinos y a mantenernos en su presencia.
Y por eso pedimos a la Virgen Madre, que nos ayude a tener la valentía de dar nuestro sí generoso, en nuestro diario vivir, y ella como madre y maestra nos instruya con su amor de madre. Amén.
Contemplatio ¿Qué resuena en mí a partir de la Palabra?
Estoy en silencio…Dios está aquí, a mi puerta, precisamente a mí pobre vida….Contemplo a María como madre de Jesús que además de formarlo y educarlo, como hace toda buena madre, esa es su mayor alegría. A ella acudimos con suma confianza cuando nos sentimos tentados, tristes o en peligro.
Acompañados por la Bienaventurada Virgen María madre de Jesús y madre nuestra vivamos este tiempo de Cuaresma con el corazón teso hacia la Pascua, hacia la fiesta de las fiestas La Pascua de Resurrección.
Actio ¿A qué me compromete esta Palabra?
¿Estoy preparado para recibirlo, para dejarle espacio, para escucharlo atentamente?
Dios espera nuestro sí, para poder obrar todo. Dios me habla de gozo, de gracia, de presencia y desea que yo sea como cristiano, algo semejante para los demás, que mi vida lleve el alegre ancunio de salvación.
Oración final
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén