Lectio Divina
Lunes 27 de Marzo
Lunes V Semana de Cuaresma
Héctor Martínez de Honduras 🇭🇳
Invocación al Espíritu Santo:
Espíritu Santo, ven a mi corazón y ilumina mi mente para que pueda entender las enseñanzas de tu Palabra. Ayúdame a meditar en ella y a aplicarla en mi vida diaria. Gracias por estar conmigo en este momento de lectura y por guiarme en mi camino de fe. Amén.
Lectura Evangelio Juan 8, 1- 11
En aquel tiempo, Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y toda la gente acudía a él, y sentado él les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés en la Ley nos mandó apedrear a estas mujeres. Tú, ¿qué dices?»
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que de vosotros esté sin pecado, que tire la primera piedra.» E inclinándose de nuevo, escribía en el suelo.
Al oír esto, se fueron retirando uno a uno, empezando por los más viejos; y se quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí.
Incorporándose Jesús le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?» Ella respondió: «Ninguno, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y no vuelvas a pecar.»
Meditación:
En esta lectura, vemos a los escribas y los fariseos tratando de atrapar a Jesús en sus palabras al traerle una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Sin embargo, Jesús les da una respuesta sabia al decirles que el que esté sin pecado tire la primera piedra.
En lugar de condenar a la mujer, Jesús muestra misericordia y le da una oportunidad para cambiar su vida. Él no solo la perdona, sino que también le aconseja que no vuelva a pecar.
Esta lectura nos recuerda la importancia de la misericordia y el perdón en nuestras vidas. Debemos tratar a los demás con amor y compasión, y no juzgarlos por sus errores. También debemos recordar que todos somos pecadores y que necesitamos el perdón de Dios.
Oración:
Querido Dios, te doy gracias por la misericordia y el perdón que has mostrado a través de tu hijo Jesús. Ayúdame a ser más compasivo con los demás y a no juzgarlos por sus errores. Dame la fuerza y la sabiduría para perdonar a aquellos que me han hecho daño y para pedir perdón cuando he herido a otros. Ayúdame a vivir una vida que refleje tu amor y tu gracia. Amén.
Contemplación:
Al meditar en esta lectura, me doy cuenta de que Jesús muestra un gran amor y misericordia hacia la mujer que fue sorprendida en adulterio. En lugar de condenarla, la perdona y le da una oportunidad para cambiar su vida.
Este pasaje me recuerda la importancia de mostrar misericordia y amor a los demás, incluso cuando han cometido errores. Como seguidores de Jesús, debemos tratar a los demás con amor y compasión, y no juzgarlos por sus faltas. También debemos recordar que todos somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios.
Esta lectura me invita a reflexionar sobre mi propia vida y las veces que he necesitado el perdón de Dios y de los demás. Me anima a ser más compasivo y perdonador con aquellos que me han lastimado y a pedir perdón a aquellos a quienes he lastimado.
Acción:
Como acción, me comprometo a practicar la misericordia y el perdón en mi vida diaria.
Trataré a los demás con amor y compasión, y no juzgaré a aquellos que han cometido errores.
También buscaré oportunidades para pedir perdón a aquellos a quienes he lastimado y perdonar a aquellos que me han lastimado.
Finalmente, oraré por la gracia y la fuerza para vivir una vida que refleje el amor y la misericordia de Jesús.