Lectio Divina por Raúl Gonzáles de Panamá
Conmemoración de los fieles difuntos
0 – Invocación al Espíritu Santo
Infunde Señor tu espíritu sobre nosotros para que abramos nuestros oídos a la escucha de tu Palabra y nuestro corazón para hacer siempre tu voluntad.
Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 37-40)
En aquel tiempo, les dijo Jesús: 37«Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; 38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. 39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. 40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
1 – Lectura: ¿Qué dice el texto?
Se refiere a la misión de Jesús, que le ha sido encomendada por el Padre y que podemos resumir en tres puntos principales:
– Hacer la voluntad del Padre
– No perder a aquellos que el Padre le dio (nosotros)
– Darnos la vida eterna y resucitarnos el último día.
El día de hoy en que celebramos la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos el evangelio propuesto nos habla acerca de la misión de Jesús, cuyo único fin es reservar nuestras vidas a Dios, es decir, gozar de la vida que Él nos da, la vida eterna.
2 – Meditación: ¿Qué me dice el texto?
– “He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado…» ¿Qué sentimientos genera en mí está afirmación?
– Percibo a Jesús como modelo de obediencia perfecta a los designios de Dios ¿Cómo lo vivo en el día a día?
– Jesús no rechaza, no echará fuera a los que vayan a Él. No perderá nada (a nadie) sino que lo resucitará en el último día. ¿Estoy dispuesto a vivir la vida eterna desde el aquí y ahora?
3 – Oración: ¿Qué le respondo al Señor?
Señor Jesús:
Gracias por tu Palabra que ilumina mi corazón y mi entendimiento.
Doy gracias al Padre por la misión que te ha dado: de rescatarnos y llevarnos a Él, a vivir en plenitud como tus hijos. Enséñanos a ser obedientes como tu.
En este día ponemos a tus pies a nuestros familiares y amigos difuntos, y también a ellos, les pedimos que intercedan por nosotros.
Amén.
4 – Contemplación: ¿Cómo lo interiorizo?
“Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día”
Ver y creer: contemplo en mi día a día dónde veo y encuentro a Jesús, cómo lo busco y dónde lo encuentro.
5 – Acción: ¿A qué me comprometo?
– Identificar cómo hacer la voluntad de Dios según la vocación que se me ha asignado y hacer una lista de 3 ideas acerca de ello.
– Elevar una oración por los familiares y amigos difuntos