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Lectio Divina por Deiner Ramírez de Costa Rica
Miércoles III Semana de Pascua Ciclo B
Lectura del santo Evangelio según san Juan (6,35-40):
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.
Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
Palabra del Señor
Lectura
De la Lectura podemos sacar varias palabras para reflexionar que resuenan fuerte
HAMBRE – SED – PAN DE VIDA – VOLUNTAD – ENVIADO – RESUCITARÉ – ÚLTIMO DÍA
Adjunto viene una imagen para poder ver las palabras del texto y pode usarla para la reflexión.
Meditación
El texto de hoy nos hace pasar de la necesidad del hombre hasta la humildad que debemos de tener para aceptar la voluntad del Padre y así podamos alcanzar la gracia de ser resucitados en el último día.
En mi experiencia personal, les comparto que a finales del año pasado fui tocado por el virus y por gracia de Dios donde tuve mayor afectación fue con mi sistema digestivo, ocasionándome una fuerte gastritis. Hoy hago la relación con el texto pues en ese momento me sentía necesitado de comer cosas que me hicieran bien y que no fueran pesadas, hoy el Evangelio me pone en esa misma situación pero de un alimento que da vida, cuántas veces nos alimentamos de cosas que no nos hacen bien y daña nuestra alma y cuerpo; sin embargo Jesús nos invita a que comamos de Él que es la verdadera comida.
Para reflexionar usaremos este canto de Marcos López
Oración
Bienaventurados quienes podemos contemplar este maravilloso día y sentir Señor, tu amor y bendiciones sobre nosotros.
Gracias te damos Padre Celestial, por abrir de nuevo los cielos con la claridad del nuevo día y emprender esta jornada con fe y esperanza.
Acuérdate, ¡Oh Dios! de quienes por esta pandemia están con dificultades, amigos y familiares enfermos y, muchas familias con necesidades.
Que tu Espíritu Santo nos guíe, ilumine y nos conceda la fortaleza para no desfallecer. Ten piedad y misericordia de nosotros y del mundo entero.
Señor nuestro, al celebrar el misterio pascual, que cada año renueva la dignidad original del hombre con la esperanza de la resurrección, te pedimos humildemente que obtengamos con amor lo que celebramos con fe.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén, Aleluya, Amén!
Acción
Quiero invitarlos a que hoy hagamos dos cosas:
- Tomate un minuto de tu tiempo, cierra tus ojos y pregúntale a Dios: ¿cuál es su voluntad para la situación que estás pasando?
- Antes de recibir la respuesta del Señor, dale alimento a alguien ya sea de forma espiritual o de forma material.
