Lectio Divina por: Erinson de Jesús Bustamante de Venezuela 🇻🇪
O. Invocación al Espíritu Santo
Invoquemos al Espíritu de Jesús, que hace nuevas todas las cosas.
Invoquemos su Espíritu,
Que nos permita confiar genuinamente.
Invoquemos este Espíritu para que nos permita ser testimonios creíbles ante los demás.
Amén.
Evangelio según San Juan 6, 1-15
1 Después de esto, Jesús cruzó el lago de Galilea, que también se llama Tiberíades, 2 y una gran multitud lo seguía porque habían visto los milagros que Jesús había hecho, sanando a los enfermos. 3 Jesús subió a una colina y se sentó allí con sus discípulos. 4 La Pascua, la fiesta principal de los judíos, estaba cerca.
5 Jesús alzando los ojos, vio que una gran multitud se acercaba a Él. Entonces le dijo a Felipe: “¿Dónde vamos a comprar comida para todas estas personas?” 6 Pero Jesús sabía muy bien lo que iba a hacer, pero dijo esto para poner a prueba a Felipe.
7 Felipe le respondió así: “Ni si quiera con el salario de seis meses y medio bastaría para que cada persona reciba un poco de pan”.
8 Entonces uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: 9 “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos peces pequeños. Pero, ¿Qué será esto para tanta gente?
10 Jesús dijo: “Hagan que todos se sienten en el suelo”, ya que había mucha hierba en ese lugar; entonces todos se sentaron, eran como cinco mil hombres. 11 Seguidamente, Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias a Dios, los repartió entre los que estaban recostados; de la misma manera repartió los peces, y todos comieron a gusto. 12 Cuando estuvieron satisfechos, les dijo a los discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes para que no se pierda nada”.
13 Recogieron los pedazos y llenaron doce canastas con lo que quedaba de los cinco panes de cebada. 14 Las personas, cuando vieron la señal que Jesús había hecho, dijeron: “Verdaderamente, ¡Él es el Profeta que debía venir al mundo!”
15 Jesús, entonces, se dio cuenta que querían tomarlo por la fuerza para hacerlo rey, así que regresó Él solo a la montaña.
Palabra del Señor
(TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR)
1. Lectura. ¿Qué dice el texto?
¡Que texto tan hermoso!
Jesús viene de realizar milagros y va a su lugar de vida pública, Galilea, seguramente habría muchos pescadores por allí, considerando que atraviesa el río.
Va con los discípulos y lo sigue una gran multitud atraída por sus milagros. Jesús mira la necesidad de la gente: el hambre; ¿Cuántas horas habrán caminado, en qué condiciones? ¿Qué hora sería? Todo esto influye. A Jesús le importa el bienestar y se aproxima a un discípulo cercano para preguntar opciones. Felipe no da opciones, da un problema: ¿Dónde conseguiremos? Y aún con cinco panes y dos peces insiste. ¿Qué es eso para tanta gente?
Es un niño quien tiene lo único que materializa una posible solución. Que sea un niño, es una señal de poco valioso para la época, que sean cinco panes y dos peces es muestra de insuficiencia. Partiendo de allí nada es posible. Pero Jesús insiste: hagan que se sienten. Hace todo lo posible para que se sientan bien, que sean bien tratados.
Toma los panes y peces para transformarlo en alimento que sacia. Ante ello se asombran. Sin duda, Jesús trasciende esquemas, juicios y criterios, su fe y confianza le permite hacer nuevo todas las cosas. Es esa la fuerza de la vida. Para Jesús, además todo es importante, incluso «lo sobrante», lo sobrante (doce cestas) representa a las doce tribus de Israel, es decir, que nadie queda por fuera ante tal derroche de amor.
El texto inicia diciendo que se acerca la Pascua. Aquí es cumbre, Jesús muestra con su vida una permanente Pascua: la multiplicación de los panes es un anticipo de esa Pascua. Incluso en soledad, encontrándose consigo mismo encuentra el paso de Dios en su vida; no huye de quienes le buscan, sino que se busca y buscándose busca a la humanidad y el universo entero.
¿Dónde se encuentra Jesús?
¿Con quiénes se encuentra?
¿Cuáles necesidades percibe Jesús? ¿Cuáles problemas perciben los discípulos?
¿Qué acciones hacen posible el milagro?
¿El milagro es la multiplicación del pan o el despertar de quienes no confiaban?
2. Meditación. ¿Qué me dice el texto?
Decimos estar en Pascua. ¿Pero realmente somos capaces de ver cómo pasa Dios en nuestra vida transformando todo?
Gracias a la ofrenda de un niño y a la confianza de Jesús, se puede saciar toda la muchedumbre. Muchas veces nuestros juicios y esquemas, limitan que podamos reconocer las posibilidades, recursos y capacidades que brotan en el presente ¿Soy capaz de ofrecer lo mejor que tengo para el bien de todos/as? ¿Soy capaz de reconocer lo que el otro puede aportar para transformar la realidad?
Jesús pide que nada se pierda, porque valora profundamente todo. En Laudato Si, el Papa insiste en que la interdependencia ¿Soy consciente de mi responsabilidad en el uso de los recursos disponibles? ¿Cómo valoro y aprovecho el número infinito de tesoros que se me han dado?
Jesús al darse cuenta que lo querían tomar se retira solo. En la vida cotidiana, ante las crisis es necesario retirarse. También él experimento dificultades ¿Soy capaz de tomarme tiempo para mí en la cotidianidad? ¿Me doy oportunidad del silencio y la reflexión?
3.Oración. ¿Qué le digo al Señor?
Reconoce lo que posees y lo que poseen los demás. ¡Agradece por ello!
Gracias Jesús por …..
Ofrécete con todo lo que eres y tienes ¡Aquí estoy!
Aquí con …
Aquí estoy para …
Mira a Jesús y di con confianza: Verdaderamente haces nuevas todas las cosas.
4. Contemplación. ¿Qué me resuena del texto?
“Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos peces pequeños».
5. Acción. ¿A qué me compromete el texto?
Reflexionemos en torno a la comida y actuemos:
– En una de la comida, escribe/ reflexiona sobre todos los esfuerzos que hicieron posible ese plato.
– Reflexiona sobre tu esfuerzo para obtenerlo
– Ofrece esa comida que recibes para el bien de otros seres.
– Come teniendo en cuenta todo ello.
– Procura hacer el mejor uso de los recursos al comer, lavar los platos, con los desperdicios (reciclables, no reciclables). Ofrece esto con conciencia del bien que genera a todos los seres.
Pidamos al Padre de Jesús y Padre Nuestro, que con confianza y nuestro compromiso podamos trasformar las dificultades del mundo de hoy: Padre Nuestro.