Evangelio del día – Lectio Divina Juan 16, 5-11

Lectio Divina por Wendy Barrios de Guatemala

Invocación al Espíritu Santo

Espíritu de Dios, Espíritu Santo. (2)
Mi alma tiene sed de ti, mi alma tiene sed.
Espíritu de Dios, Espíritu Santo (2)
Mi alma tiene sed de ti, mi alma tiene sed.

Espíritu Santo ven a ver
Derrama tu fuego y tu poder
Actúa en mí (3)

Espíritu de Dios, Espíritu Santo. (2)
Mi alma tiene sed de ti, mi alma tiene sed…. De ti….

Espíritu Santo ven a ver…

Estas derramando la unción aquí… aquí…. (2)
Estas derramando la unción aquí… derrámate Señor
Estas derramando la unción aquí………
Espíritu Santo ven a ver…

Espíritu de Dios……. De Dios.
Oh…. Espíritu Santo. (2)

Lectura

Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.» Palabra del Señor.

¿Qué dice el texto?
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.

Meditación
¿Qué me dice a mí el texto?
Cristo tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al oído, al corazón. Quiere verte a los ojos y, con sólo su mirada, decirte que te ama. Él es el Maestro, el Señor. Y sus palabras son palabras de vida eterna, alimento para nuestras almas.

Pero quizá tampoco ahora estemos preparados para digerir lo que Cristo nos quiere decir. Quizá aún vemos demasiado con los ojos de la carne y pensamos demasiado como los hombres y no como Dios. Quizá todavía vivimos apegados a las cosas de la tierra y no hemos aprendido aún a poner nuestros ojos y nuestro corazón en los bienes del cielo. Debemos por tanto aprender a abrir nuestras almas a la luz nueva de Cristo. Una luz que ilumina nuestras vidas y la historia del mundo haciéndonos descubrir la mano amorosa y providente de Dios. Aprenderemos a ver todo desde Dios, con los ojos de Dios. Entonces nos deleitaremos tanto en Dios que solo querremos de Él.
Es cuestión de ser dóciles al Espíritu Santo, al Espíritu de la verdad. Él nos llevará hasta la verdad plena. Nos anunciará lo que ha de venir. Nos enseñará a leer los signos de los tiempos, a ver la mano de Dios en todos los acontecimientos de nuestra vida ordinaria, a amar los caminos misteriosos y fascinantes por los cuales conduce al hombre y a la creación entera a la instauración total en Cristo.

Oración
¿Qué le respondo a Dios?
Señor, creo que estás presente aquí y ahora, dispuesto a derramar tu luz en mi oración. Tengo la confianza en que me darás la Gracia que necesito para crecer en el amor y poder así dar el testimonio que puede acercar a otros a querer experimentar también tu presencia. Gracias por tu amor, por tu inmensa generosidad, te ofrezco mi vida y todo mi esfuerzo. Ven Espíritu Santo quédate en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestro cuerpo, en nuestra alma y en nuestro Espíritu.
Amén.

Contemplación
¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad”

Acción
¿A qué me comprometo?
1. Hacer una oración de agradecimiento a Dios por el don de mi fe, preferiblemente ante el Santísimo.
2. Expongamos nuestras peticiones, intenciones y necesidades al Espíritu Santo.

Acerca de Wendy Johanna Barrios Ortiz

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