Lectio Divina por P. Gabriel Ola de Guatemala
SÁBADO DE LA QUINTA SEMANA DE PASCUA
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Del Santo Evangelio Según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mi antes que a ustedes.
Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya, pero como no son del
mundo, sino que yo los he escogido sacándolos del mundo, por eso el mundo los
odia.
Recuerden lo que les dije: «No es el siervo más que su amo. Si a mí me han
perseguido, también a ustedes los perseguirán; si han guardado mi palabra,
también guardarán la de ustedes.»
Y todo eso lo harán con ustedes a causa de mi nombre, porque no conocen al que
me envió.»
Lectio
¿Qué dice el texto?
Ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido sacándolos del mundo. Si a mí me han perseguido, también con ustedes lo harán.
Meditatio
¿Qué me dice a mí el texto?
“No es el siervo más que su amo” En esta frase Jesús da un nuevo sentido a esta imagen y señala que por ser siervo Él tiene el poder, el honor, justamente en ese abajarse, su autoridad deriva de cuanto Él está disponible al don total de la vida. Efectivamente, con su dolorosa pasión y muerte Él conquista el último puesto, alcanza su mayor grandeza con el servicio ya prefigurada en el jueves santo, y la entrega total como don a su Iglesia. Y entonces si el siervo no es más que su amo, también yo debo imitar a Jesús abajándome, encontrando el último puesto, para luego reinar con Cristo. Yo debo entonces mediante un servicio humilde configurarme siempre más a la enseñanza y el ejemplo de Jesús
Oratio
¿Qué le respondo a Dios?
Imploro a ti Señor, el poder con tu ayuda, tener la fuerza para recorrer contigo el camino de la cruz, quiero aprender a desprenderme de todo aquello que me aleja de ti, que me ata a mi hombre viejo, y pueda correr hacia ti, el Hombre Nuevo, para así amarte y servirte mejor. Confío en tu ayuda, tu gracia y Misericordia, y te ofrezco aquello que soy y lo poco que tengo, mi esfuerzo por serte fiel a ti y a los hermanos en el camino del amor fraterno y renunciar enérgicamente a todo lo que me impida amarte a ti y a mis hermanos. Amén
Contemplatio
¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
«Yo los he escogido sacándolos del mundo»
«No es el siervo más que su amo.»
Actio
¿A qué me comprometo?
Dentro de mí hay dos tendencias: el mundo y el evangelio. Este es el compromiso que debo asumir, dejarme siempre iluminar, alimentar, conducir del Evangelio en medio de las vicisitudes de la vida. El mundo es muy seductor, y me presenta todo bello en apariencia, debo entonces comprometerme a no dejarme seducir del mundo, y correr por la vía de los preceptos del Señor.