Lectio Divina de Cristian Buiani de Argentina
1) Invocamos al Espíritu Santo:
Espíritu Santo, Espíritu de Jesús alienta nuestras fuerzas, sostennos en las dificultades, ayudarnos a discernir, enséñanos a vivir tras los pasos de Jesús, muéstranos como hacer hoy presente los valores del reino.
Ven Espíritu Santo, ven Espíritu Santo a darnos el espíritu del Señor resucitado.
2) Lectura del santo evangelio según san Juan (13,16-20):
CUANDO Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:
“Les aseguro que el sirviente no es más que su señor, ni el enviado más que el que lo envía. Serán felices si, sabiendo estas cosas las cumplen. No hablo de todos ustedes, porque sé a quiénes he elegido. Pero se ha de cumplir aquello de la Escritura:
El que compartía mi pan
se levantó contra mí.
Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo soy. Les aseguro: quien reciba al que yo envíe me recibe a mí, y quien me recibe a mí recibe al que me envió.”
Palabra del Señor
3) El Evangelio nos trae la conversación que Jesús tuvo con sus amigos, en vísperas de ser detenido y condenado a muerte. Era una conversación amistosa. Jesús, así parece, quería prolongar al máximo ese último encuentro, momento de mucha intimidad. Lo mismo acontece hoy. Hay conversación y conversación. Hay conversaciones superficiales en las que se gastan palabras y que revelan el vacío de las personas. Y hay conversaciones que van al fondo del corazón y quedan en la memoria.
Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo.
Pero había personas, también entre los discípulos, que no aceptaban a Jesús como Mesías Siervo. No querían ser siervos de otros. Probablemente, querían un mesías glorioso como Rey y Juez, según la ideología oficial. Jesús dice:»No me refiero a todos vosotros. Yo conozco a los que he elegido, pero tenía que cumplirse la Escritura: ¡El que compartía mi pan se levantó contra mí.!” Juan se refiere a Judas, cuya traición va a ser anunciada inmediatamente después (Jn 13,21-30).
4) El siervo no es mayor que su señor. ¿Cómo hago de mi vida un servicio permanente a los otros?
Jesús sabe convivir con las personas que no lo aceptaban. ¿Yo lo consigo?
¿Cómo recibo a Jesús, que lugar le doy en mi vida?
5) Señor, tu sabes lo que vivo, lo que me preocupa, lo que siento, lo que pienso, lo que me falta y lo que deseo. Tu sabes cuándo lloro, cuando rio, cuando estoy en soledad. Cuídame, protégeme, anímame a seguir adelante y acompáñame siempre. Amen.
6) Acción, ¿A que me comprometo con Dios?
Realizar acciones o servicios que sean desde nuestro corazón, sin esperar nada.
A no mirar a quien, sino sólo hacer el bien.
Tener siempre presente que las Palabras del Señor están llenas de verdad y sabiduría absoluta