Evangelio del día – Lectio Divina Juan 10, 1-10

Lectio Divina
Lunes 22 de abril de 2024
Lunes IV Semana de Pascua
Gregory Cherisme de Haití ✍🏻🇱🇮

“vida en abundancia»

Invocación al Espíritu Santo:

Ven, Espíritu de Fuego, enciende tu llama en los corazones de tus fieles. Ven, Espíritu de fortaleza, da valor para las obras de caridad. Ven, Espíritu de sabiduría, a conducir nuestras vidas con audacia y prudencia. Ven, Espíritu de esclarecimiento aconsejable, el camino a Dios nuestro Padre.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 1-10

En aquel tiempo Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo, cualquiera que entra en el redil de las ovejas sin pasar por la puerta, pero sube por otra parte, ése es ladrón y bandido. El que entra por la puerta es el pastor, el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta y las ovejas escuchan su voz. A sus ovejas llama cada una por su nombre y las saca. Cuando ha expulsado a todas las suyas, va a la cabeza de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. »
Jesús usó esta imagen para dirigirse a los fariseos, pero ellos no entendieron de qué estaba hablando. Por eso Jesús volvió a hablar: “En verdad, en verdad os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta. Si alguno entra por mí, será salvo; podrá entrar; podrá salir y encontrar pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar, a matar. He venido para que las ovejas tengan vida, vida en abundancia.»

Lectura. ¿Qué dice el texto?

“Entró al rojo de los huevos sin pasar por la puerta (…) estaba rodeado de bandoleras.»
Es por la puerta por la que entramos o hacemos entrar a nuestro huésped en la intimidad de nuestro hogar, y quien trepa el muro e irrumpe seguramente tiene intenciones que no son buenas. ¿No sería entonces este recinto nuestro corazón, este lugar de intimidad con nosotros mismos, este santuario inviolable donde esta presencia de Dios se mantiene dentro de nosotros, en el momento mismo de nuestra existencia? ¿Cerradero de nuestro corazón del que sólo Jesús tiene la llave y al que debemos con humildad pedir en oración para poder entrar para encontrarlo allí? Los ladrones y bandidos que intentan asaltar nuestros corazones, ¿no son entonces tentaciones de todo tipo que marcan nuestra vida y que nos hacen creer, la mayoría de las veces por orgullo, que somos dueños de nosotros mismos?

Meditación. ¿Qué nos dice Dios en el texto?

“El Señor es mi pastor: nada me falta. En prados de hierba fresca me hace descansar. A aguas de reposo me lleva y me resucita; él me guía por el camino recto para honra de su nombre. Si cruzo los barrancos de la muerte, ningún mal temo, porque tú estás conmigo: tu cayado me guía y me tranquiliza.»

Oración. ¿Qué le decimos a Dios?

Señor, “tú estás conmigo, tu cayado me guía y me tranquiliza”. Gracias por ser este buen pastor para mi alma, gracias por esta mirada atenta y amorosa que me lanzas, gracias por dar tu vida por mí para que pueda tener vida en abundancia, ayúdame a intentar seguirte siempre.

Acción

Vive mi día en acción de gracias por todo el amor que el Señor me da.

Acerca de Ramón Pané

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