Mayra Sánchez, Catequista, Arquidiócesis de Guayaquil – Ecuador; nos comparte sus comentarios del Capítulo 4, Número 118, Exhortación Apostólica Christus Vivit del Papa Francisco.
118. La segunda verdad es que Cristo, por amor, se entregó hasta el final para salvarte. Sus brazos abiertos en la Cruz son el signo más precioso de un amigo capaz de llegar hasta el extremo:
«Él, que amó a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin» (Jn 13,1).
San Pablo decía que él vivía confiado en ese amor que lo entregó todo:
«Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Ga 2,20).