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Irene Correa, Movimiento Eucarístico de las Hermanas Adoratrices, Diócesis de Siguenza – España; nos comparte sus comentarios del Capítulo 1, Número 9, Exhortación Apostólica Christus Vivit del Papa Francisco.
9. El rey David fue elegido siendo un muchacho. Cuando el profeta Samuel estaba buscando al futuro rey de Israel, un hombre le presentó como candidatos a sus hijos mayores y más experimentados. Pero el profeta dijo que el elegido era el jovencito David, que cuidaba las ovejas (cf. 1 S 16,6-13), porque «el hombre mira las apariencias, pero Dios mira el corazón» (v. 7). La gloria de la juventud está en el corazón más que en la fuerza física o en la impresión que uno provoca en los demás.
