LECTIO DIVINA
del Jueves 27 de Marzo de 2025
Jueves III Semana de Cuaresma
Franklin Conil de Venezuela ✍🏻🇻🇪
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
Espíritu Santo, Señor y dador de vida, tú eres el dedo de Dios, tú ungiste a Jesús y lo empujaste al desierto antes de iniciar su misión e hiciste que pasara haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, ilumina nuestra mente para que reconozcamos la verdad y venzamos el error, acrecienta nuestra fe en Jesús y convierte nuestro corazón, Amén.
Lectura Santo Evangelio Según san Lucas 11, 14-23
14 Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo, y sucedió que cuando el demonio se fue, el hombre mudo comenzó a hablar. Las multitudes estaban asombradas, 15 pero algunos de ellos dijeron: “Es Beelzebul, el líder de los demonios, quien le da poder a este hombre para expulsar demonios”.
16 Otros, queriendo poner a prueba a Jesús, le pidieron que realizara un milagro para demostrar que su poder provenía de Dios. 17 Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo:
“Todo país que se divide contra sí mismo será destruido y caerá casa sobre casa. 18 Si el reino de Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo continuará a estar en pie su reino? Ustedes dicen que por el poder de Beelzebul yo puedo expulsar a los demonios, 19 pero si yo expulso a los demonios por Beelzebul, ¿quién le da a sus seguidores el poder de expulsar demonios? Por tanto, sus propios seguidores serán sus jueces. 20 Pero si es por el poder de Dios que yo expulso a los demonios, entonces el Reino de Dios ya ha llegado a ustedes”.
21 “Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su propia casa, todo lo que tiene está a salvo. 22 Pero cuando un hombre más fuerte que él lo ataca y le gana, toma todas sus armas en las que confiaba y reparte sus pertenencias”.
23 “Quien no está conmigo está contra mí, y quien no recoge conmigo, desparrama”.
En el episodio de hoy vemos a Jesús echando fuera un demonio, es decir, liberando a su pueblo, tal como le decía Dios a Moisés en el episodio de la Zarza: “…he bajado para liberar a mi pueblo” (Ex 3).
Jesucristo, lleno del poder del Espíritu Santo ejerce su autoridad sobre las fuerzas del mal, realiza el bien, tal como lo dijo Pedro en el libro de los Hechos de los apóstoles: “Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.” (Hch 10, 38).
Sin embargo, no todos creen en Jesús ni le dan crédito a sus acciones.
Ante la negativa de aquellos que no creen, el Señor enseña la verdad que es la única que puede vencer el error.
Con el ejemplo de reino dividido, Jesús intenta iluminar las mentes de sus interlocutores para que puedan creer que lo que acaban de presenciar no puede venir del demonio.
Finalmente, el Señor cierra con una frase desafiante: “Quien no está conmigo está contra mí, y quien no recoge conmigo, desparrama”.
MEDITACIÓN
Ante esta liberación obrada por Jesús vemos tres reacciones.
En primer lugar, se encuentra la multitud que se asombra ante los prodigios obrados por él. Es la gente humilde del pueblo que cree que las obras que Jesús realiza vienen de Dios y se admira, se asombra por ello. Le basta “lo poco para creer”, se fía de Dios, le cree. La gente se asombró por el solo hecho de que un hombre pudiera hablar.
Por otro lado, tenemos aquellos que atribuyen a satanás la liberación realizada por Jesús. No aceptan que Dios obre en la persona de Cristo.
Por último, están aquellos a los que los signos realizados por Jesús no le son suficientes. Básicamente es falta de fe pues como diría el mismo Señor en la parábola de Lázaro y el rico: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no creerán ni, aunque resucite un muerto”.
Muchos que no creyeron en el ministerio público de Jesús tampoco creyeron en él después de su resurrección de entre los muertos.
La propuesta de hoy sería revisar con cuál de estos tres grupos nos identificamos o si tenemos algo de cada uno.
¿Tu fe es sencilla y te asombras ante las obras de Dios?
¿Te resistes a creer y consideras que lo bueno que te ocurre tiene otra causa y no viene de Dios?
¿No te bastan las manifestaciones de Dios en tu vida y siempre pides una señal más?
ORACIÓN
Señor, acrecienta nuestra fe. Danos una fe sencilla que sea capaz de asombrarse ante los prodigios realizados por ti. Que podamos verte en el milagro de la vida, en el amanecer, en tu presencia eucarística, en tu palabra y en el pobre.
Vence, te pedimos, el corazón que se resiste a creer y a aquel que es capaz de pensar que detrás de tu obrar se esconde el maligno.
Ayúdanos, sobre todo, a vencer el error y a no dejarnos engañar por el demonio.
Danos la fe de María, que creyó sin dudar en las palabras de arcángel Gabriel, Amén.
CONTEMPLACIÓN
“…el hombre mudo comenzó a hablar. Las multitudes estaban asombradas…”
ACCIÓN
Te invito a ver la mano de Dios en las cosas sencillas del día y a darle gracias al Señor por eso.
Dale gracias a Dios porque puedes respirar, hablar, porque tienes manos, pies, casa, familia, trabajo, etc.
Reflexiona en esta frase: “Estaba triste porque no tenía zapatos, hasta que vi a un hombre que no tenía piernas sonreír”.
Te invito a mirar en YouTube el video de Tony Meléndez, donde dice que cuando él ve unas manos levantadas, para él eso es un milagro porque él nació sin brazos.