Lectio Divina
Lunes, 24 de febrero de 2025
Lunes VII Semana Tiempo Ordinario Ciclo C
Eduardo Pineda -Guatemala- ✍🏻🇬🇹
0. Invocación al Espíritu Santo:
Espíritu Santo, dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. Amén
Evangelio según San Marcos 9, 14-29
14 Cuando se acercaron a los otros discípulos, vieron una gran multitud a su alrededor y algunos maestros de la Ley discutiendo con ellos. 15 Cuando la gente vio a Jesús, todos se asombraron e inmediatamente corrieron a saludarlo. 16 Jesús les preguntó a sus discípulos: “¿Sobre qué cosa estaban discutiendo con ellos?”
17 Una persona de entre la multitud le respondió: “Maestro, te traje a mi hijo, porque está dominado por un espíritu maligno y no puede hablar. 18 Cuando el espíritu ataca a mi hijo, lo arroja al suelo y comienza a hacer espuma y rechinar los dientes; y se está debilitando cada vez más. Ya les pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no fueron capaces”.
19 Jesús les dijo: “¡Gente sin fe! ¿Por cuánto tiempo estaré con ustedes? ¿Por cuánto tiempo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho”.
20 Se lo llevaron, pero cuando el espíritu vio a Jesús, repentinamente sacudió al muchacho con fuerza. Él cayéndose, comenzó a rodar por el suelo, haciendo espuma por la boca.
21 Jesús le preguntó a su padre: “¿Cuánto tiempo lleva tu hijo así?”
El padre le dijo: “Ha estado así desde que era pequeño. 22 Muchas veces el espíritu lo arroja al fuego y al agua para matarlo. Pero si puedes hacer algo, entonces ayúdanos. ¡Ten piedad de nosotros!”
23 Jesús le dijo: “Cómo que si puedes? Cualquier cosa es posible para el que tiene fe”.
24 Enseguida el padre del muchacho gritó: “¡Tengo fe! ¡Ayúdame a tener aún más fe!”
25 Cuando Jesús vio que muchas personas se reunían a su alrededor, ordenó al espíritu maligno: “¡Espíritu mudo y sordo!, ¡sal de este muchacho y nunca más vuelvas a entrar en él!”
26 El espíritu gritando, sacudió al muchacho y salió de él, dejándolo como muerto. Por eso todos decían “murió”. 27 Pero Jesús tomándolo de la mano, lo ayudó a ponerse de pie y se levantó.
28 Cuando Jesús entró en la casa, sus discípulos le preguntaron en privado: “¿Por qué no pudimos expulsar ese espíritu?”
29 Él les dijo: “Este tipo de espíritu nadie puede expulsarlo sino con oración”.
Palabra de Dios
1. Lectura (¿Qué dice el texto?)
El texto Sagrado según San Marcos, narra cómo Jesús sana a un niño poseído por un espíritu maligno después de que sus discípulos no pudieran hacerlo. El padre del niño le pide ayuda a Jesús, expresando su fe, aunque con dudas: «Creo, Señor; ayuda mi poca fe». Jesús reprende al espíritu y, tras una lucha, el niño queda sano. Luego, los discípulos preguntan por qué ellos no pudieron expulsar al demonio, y Jesús responde: «Esta clase de demonios no puede salir sino con oración».
2. Meditación (¿Qué me dice el texto?)
Este pasaje nos habla sobre la importancia de la fe y la oración. A veces enfrentamos situaciones difíciles que parecen imposibles de resolver, pero Jesús nos recuerda que debemos confiar en Dios plenamente. La frase «Creo, Señor; pero si puedes ayúdame» refleja la lucha entre la fe y la duda que todos experimentamos. Además, Jesús enseña que algunas batallas espirituales solo pueden ganarse con oración constante y profunda.
• ¿En qué áreas de mi vida necesito decirle a Jesús: «Creo, Señor; ayuda mi poca fe»?
• ¿Cómo está mi vida de oración?
• ¿Confío en que Jesús tiene poder para obrar incluso en lo que me parece imposible?
3. Oración (¿Qué le respondo a Dios?)
Señor Jesús, me acerco a Ti con humildad, reconociendo que muchas veces mi fe es débil. Ayúdame a confiar en Ti, incluso cuando enfrento dificultades. Enséñame a orar con perseverancia y a depender de Ti en todo momento. Como el padre del niño, te digo: «Creo, Señor; ayuda mi poca fe». Amén.
4. Contemplación (¿Cómo interiorizo esta Palabra?)
Hoy me quedaré con la frase: «Todo es posible para el que cree».
Repetiré esta palabra en mi corazón durante el día, recordando que la fe en Jesús abre caminos donde parece no haberlos.
5. Acción (¿Qué cambio haré en mi vida?)
Identificaré una dificultad en mi vida y la pondré en manos de Jesús con confianza.
Fortaleceré mi vida de oración, recordando que algunas situaciones solo se resuelven con una oración profunda y constante.
• Dedicaré un momento especial hoy para orar con más fe y confianza en Dios.
Que esta Lectio Divina nos ayude a vivir con mayor fe y confianza en Dios, para ser testigos de esperanza, un abrazo a la distancia.