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Lectio Divina
Sábado, 10 de enero de 2025
Sábado después de la Epifanía del Señor
Gregory Cherisme de Haiti ✍🏻🇭🇹
¡ El milagro de las aguas «
Invocación al Espíritu Santo
Sopla en mí, Espíritu Santo, para que pueda pensar lo que es santo. Actúa en mí, Espíritu Santo, para que pueda hacer lo que es santo. Atráeme, Espíritu Santo, para que pueda amar lo que es santo. Fortaléceme, Espíritu Santo, para que pueda guardar lo que es santo. Guárdame, Espíritu Santo, así que nunca pierdo lo cual es santo.
San Agustín
Evangelio según san Marcos 6, 45-52
Inmediatamente después de haber alimentado a los cinco mil hombres, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca y lo precedieron hasta la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él mismo despedía a la multitud. Después de despedirlos, se fue al monte a orar. Cuando llegó la noche, la barca estaba en medio del mar y él, solo, en tierra. Viendo que les costaba remar, porque el viento les era contrario, se acercó a ellos al final de la noche caminando sobre el mar, y quiso alcanzarlos. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y comenzaron a gritar. De hecho, todos lo habían visto y estaban molestos. Pero en seguida Jesús habló con ellos y les dijo: “¡Confía! soy yo; ¡no tengas miedo! » Entonces subió con ellos a la barca y el viento amainó; y dentro de sí estaban en el colmo del asombro, porque no habían entendido nada de los panes: sus corazones se endurecieron.
Palabra del Señor
¿Qué dice el Texto?
Mientras tanto, los discípulos están en el mar, solos, en la barca. Jesús, que se une a ellos caminando sobre el agua, no es principalmente un hecho sobrenatural, sino que transmite un importante mensaje teológico sobre la identidad de Jesús. ¿Cuál? Para los israelitas, el mar siempre evoca la muerte. No olvidemos que el pueblo pudo, por acción de Dios, cruzar el Mar Rojo en tierra seca. Esto significa que literalmente habían pasado por la muerte y, por lo tanto, la conquistaron. El milagro que Dios había realizado, ahora Jesús lo vio nuevamente. Para confirmar que efectivamente es más y tranquilizar a sus discípulos, Jesús les dice: “¡Confía! Soy yo; ¡no tengas miedo! » Este “soy yo” o “yo soy” resuena en los oídos de los judíos –que son los discípulos- como el mismo Nombre de Dios: “Yo soy”. Este es el nombre divino que Dios había revelado a Moisés precisamente antes del gran milagro de cruzar el mar. Este episodio en el que Jesús camina sobre el agua, tomando prestada la expresión “Yo soy”, es una verdadera teofanía. En efecto, es la divinidad de Jesús la que se revela a los discípulos. Y esto es lo que tanto les cuesta entender con sus corazones endurecidos.
Meditacion, ¿Qué me dice el texto?
Jesús, que yo también sepa reconocerte como verdadero Dios y verdadero hombre. Para volver a meditar, puedo retomar la letra del canto y escucharla: Nuestro Dios se hizo hombre para que el hombre sea Dios, misterio inagotable, fuente de salvación…
Oracion, ¿Qué le digo al Señor?
Jesús, enséñame confianza. Por eso, que sepa reconocer tu presencia que ahuyenta todo miedo, todo prejuicio, toda desconfianza.
Accion, ¿A qué me comprometo con Dios?
Hacer resonar en mí durante todo el día la frase de Jesús: “¡Confía! ¡Soy yo! ¡No tengas miedo!»
