Ejercicio de Lectio Divina
Lunes 4 de noviembre 2024
Lunes XXXI Semana Tiempo Ordinario
Pbro. Antonio Arocha esde Venezuela ✍🏻🇻🇪
📍Invocación al Espíritu Santo
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría, dame mirada y oído interior para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor y haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad y concédeme llegar al conocimiento de la verdad en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que lanza a la vida eterna y concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin. Amén.
📍Primer Paso: Lectura Creyente: ¿Qué dice el texto?
Evangelio Lucas 14, 12-14
12 Jesús también le dijo al hombre que lo había invitado:
“Cuando hagas una comida o cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos adinerados, porque seguramente también ellos te volverán a invitar y así te pagarán por la amabilidad que les has hecho. 13 Pero cuando hagas un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos, 14 y serás bendecido, porque ellos no podrán pagar por lo que les has hecho, pero Dios te pagara en el día de la resurrección de los justos”.
📍Breve estudio bíblico:
En esta narración, se amplía las enseñanzas que Jesús procuraba dar alrededor de muchos asuntos, todos ellos articulados con la mesa y la comida. La invitación a comer constituye la base de enseñanza de este pasaje bíblico.
En nuestro entorno existen diversos tipos de invitaciones, las cuales suelen ser invitaciones interesadas en beneficio propio e invitaciones desinteresadas en beneficio de otros, pero recordemos las palabras de Jesús que nos dice: “Cuando hagas una comida o cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos adinerados, porque seguramente también ellos te volverán a invitar y así te pagaran por la amabilidad que les has hecho”.
Era costumbre para los judíos que, para almorzar o cenar invitaban a amigos, hermanos y parientes y nadie se sentaba alrededor de la mesa con personas desconocidas. Comían sólo con gente conocida. Y hoy día entre nosotros sigue siendo costumbre.
Es por esto que Jesús les manda romper el círculo cerrado y pide que se invite a los excluidos, a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos, a pesar de que no era costumbre para la época, sin embargo Jesús insiste a que invitemos a esas personas, es una invitación desinteresada y que está dirigida a personas excluidas y marginadas y que de esta manera se demuestra un gesto de amor, en donde el único fin es buscar el bien del otro, de forma gratuita y sin la intención de esperar nada a cambio y esto se da cuando experimentamos la felicidad que produce la semilla del amor de Dios en nuestra vida.
📍Segundo Paso: Meditemos la Palabra. ¿Qué nos dice el texto de manera personal?
En el día a día, ¿Tengo preferencia de estatus social al momento de hacer la invitación a algún banquete?
¿Cuál es mi actitud ante las dos situaciones narradas en el texto?
¿Se me han presentado la oportunidad de escoger entre personas adineradas, pobres o humildes?
¿Cómo invito a las personas en mi vida? ¿Soy interesada(o)o desinteresada (o)?
📍Tercer Paso: Oración. ¿Qué le digo a Dios?
Luego de haber meditado, le respondemos Dios y le decimos:
Señor Jesús, ayúdame a no dejarme llevar por la vanidad y a ayudar a mis hermanos siempre que lo necesiten, sin esperar nada a cambio.
📍Cuarto Paso: Contemplación: Contemplemos repitiendo la siguiente oración
¡Señor, enséñame a dar con verdadera generosidad, entrega y humildad!
¡Señor, enséñame a dar con verdadera generosidad, entrega y humildad!
¡Señor, enséñame a dar con verdadera generosidad, entrega y humildad!
Quinto Paso: Acción-Compromiso
Los 4 primeros pasos, me llevan a responder con una actitud firme y concreta.
Ayudar a una persona sin esperar que me lo regrese.