Lectio Divina
miércoles 24 de abril de 2024
Miércoles IV Semana de Pascua
Laura Rivera de Argentina ✍🏻🇦🇷
🔥INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Danos Señor, la gracia de tu Espíritu para que tengamos un oído atento y un corazón abierto para hoy poder recibir tu Palabra como tú nos la quieres regalar. Señor, que la luz de tu Palabra ilumine siempre mi conciencia, y me dé la docilidad de aquellos que se han abandonado en tus manos y que con confianza nos entreguemos en la Palabra. Amen.
📣LECTURA
Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 44-50:
Jesús exclamó: «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.
El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.
Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó».
¿Qué dice el texto?
El evangelio que hoy compartimos es conclusivo de la primera parte del Evangelio de Juan que abarca los capítulos 1-12: la revelación de Jesús Verbo a través de signos.
En el, el Señor se presenta de forma majestuosa. El lenguaje utilizado da a entender con claridad que él ya existía antes de venir a este mundo: «Yo soy la luz y he venido al mundo». Con esto queda claro una vez más en este evangelio la preexistencia del Hijo.
Y a continuación proclama nuevamente el propósito de su venida a este mundo: «Para que todo aquel que cree en mí no perezca en tinieblas». Como vemos, una vez más utiliza la imagen de la luz y el sol en contraste con las tinieblas y la noche (Jn 1:4-5) (Jn 8:12) (Jn 9:5) (Jn 12:35-36). El vino a un mundo lleno de tinieblas y pecado para traer luz y vida al género humano.
Contemplando a Jesús en la gloria del Padre, aprendemos a obedecer, el amor y la confianza en él.
El mandato del Padre a Jesús “es vida eterna”. Todas las palabras y acciones de Jesús a favor de la gente es el ejercicio obediente de esta tarea.
🕯️MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
Jesús nos anima a creer en el y si nosotros creemos en el por añadidura en aquel que lo envió. Nos regala su Luz para que las tinieblas no nos ganen y nos regala su palabra para que alcancemos la vida eterna.
El que cree es una persona iluminada que comparte su luz a donde va, eso es una de las cosas que hoy nos pide el Señor. Esto se hace posible cuando uno escucha con el corazón la Palabra y la pone en práctica para así alcanzar la vida eterna que nos ofrece Jesús y aquel que lo envió.
Pensemos como es nuestra relación con Jesús Luz del mundo, como aceptamos o no la luz que el trae a nuestras vidas.
🙇 ORACIÓN: ¿Qué le decimos al Señor?
Creo en tu Palabra que es la luz que ilumina mi camino. Por eso quiero oírte y ponerla en práctica en mi vida.
Con nuestras oraciones respondemos: “Enséñanos a creer en Ti”
🔎 CONTEMPLACIÓN Mirar con la mirada de Dios
Resuena en nuestro corazón tú Palabra y nos abandonamos en ella.
«Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.»
ACCIÓN ¿A que me comprometo?
La palabra nos anima y compromete a seguir en camino. Pensemos una acción concreta donde podamos hacer viva la Palabra. Tengo que buscar una acción concreta que me ayude a creer en el Señor y no andar en las tinieblas.