Lectio Divina
miércoles, 1 de marzo de 2023
Miércoles I Semana de Cuaresma
Eduardo Pineda de Guatemala ✍🏻🇬🇹
Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo, Te adoro humildemente.
Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame.
Dame a conocer lo que el Amor eterno desea de mí.
Dame a conocer lo que debo realizar.
Dame un corazón abierto a escuchar tu Palabra y a hacerla vida en mi vida.
Amén.
1. Lectura del santo Evangelio de san Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y Él se puso a decirles: Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
Jesús dice, que la generación es malvada, pide una señal, también recuerda la figura de Jonás, y como éste fue señal, para los ninivitas quienes se convirtieron; recuerda a Salomón, pero les dice, que allí hay algo más que Jonás.
2. Meditación. ¿Qué me dice el texto?
Jonás es un profeta a quien se le encomienda la misión de convertir a Nínive, “la gran ciudad enemiga de Dios”. Para Jesús, lo que más le hace disfrutar, es tener misericordia con el pecador que se convierte, y vuelve a Dios. Y esto hace que Jesús sea más que Jonás.
¿Recuerdas la figura de Jonás? Recuerdas que se enojó porque el Señor fue misericordioso con Ninive, eso podría pasarnos seguido, porque esperamos ver a Dios como vengativo, y lleno de ira para todos aquellos que creemos, (juzgamos: no se merecen recibir el amor de Dios).
Es probable que seas de las personas que cuando tienen que tomar una decisión difícil, miren al cielo y pidan una señal, como si la forma de una nube, la intensidad de la luz del sol, la cantidad de estrellas que haya esa noche en el cielo dibujaran la respuesta. Pero, en realidad, las señales están más cerca de lo que nosotros pensamos, suelen estar en nosotros mismos, también en lo que vivimos, en lo que experimentamos, en las personas que nos rodean, en las palabras que escuchamos, esas son las señales que Dios utiliza para hacernos descubrir la respuesta a nuestras preguntas.
Tú, ¿eres capaz de perdonar a quien te ofende?
¿Estás consciente que tu función es anunciar, y es el Señor quien da su veredicto lleno de amor?
¿Cuándo prácticas la misericordia, descubres a Jesús?
3. Oración, ¿Cómo respondo?
Gracias Señor, porque contigo yo quiero ir “a cualquier parte” ofreciendo amor, perdón, paz, ternura, misericordia.
¿Quién puede decir no a un Dios tan maravilloso? Yo te digo que sí, que me encanta ser tu apóstol, tu discípulo y llevar este mensaje hasta el fin del mundo.
4.Contemplación, ¿Cómo interiorizo la Palabra en mi vida?
Reflexiona en la respuesta al salmo de este día: «Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias».
5. Acción, ¿A qué me comprometo?
Reflexionando en los signos de la Misericordia de Dios en mi vida, me alegraré con los éxitos de otros, y ayudaré a quien lo necesite.