Evangelio del día – Lectio Divina Marcos 4, 26-34

Lectio Divina

Por Ramón Emilio Jiménez de República Dominicana ✍🏻🇩🇴

0. Invocación al Espíritu Santo

En el principio tu presencia se obvia sobre la superficie de las aguas, ahora te sigues moviendo en la Iglesia, a través de los sacramentos y de toda la vida de las comunidades. Hoy te pido que sigas hablando a través de esta oración, con la palabra para seguir edificando nuestra fe. Fluye con tu poderosa unción en nuestros corazones, y llenas los rincones vacíos de nuestras vidas Dios Espíritu.
Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 4, 26-34 📖

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega». Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. 🔥

1. ¿Qué dice el texto?

En la imaginación humana, acostumbrada por los excesos de la cultura posmoderna, a lo grandioso y exuberante, Jesús viene a presentarnos el Reino de Dios con un contraste de sencillez y naturalidad. Me llama la atención como Jesús a través de estas dos parábolas del Evangelio de hoy, compara el Reino de Dios, elementos simples y discretos como un grano que cae en la tierra, o como una minúscula semilla de mostaza.
Todo un proceso, que tal vez, parezca lento, pero con un ritmo imparable, y al final produce el fruto justo al tiempo de Dios. Así es la vida de fe, no hay que correr ni ir tan de prisa si hacemos lo que nos corresponde, en este caso sembrar, dejar caer. El protagonista sigue siendo Dios con su dinamismo discreto pero efectivo, el Reino se construye con pequeños pasos decisivos, muchas veces misiones que no se ven muy favorables a simple vista, pero que paso a paso se eleva como la simple semilla que se convierte en un arbusto dando sombra, fruto y casa en sus ramas a cuantas aves decidan anidar en ella. Es el signo de la Iglesia que hace a través de cada bautizado, presente este Reino de Dios, de Justicia, Amor y Paz.

2. Meditación. ¿Qué me dice el texto?

Les propongo unas preguntas para este segundo momento del ejercicio de lectio divina, y así reconstruir el texto.
▪︎¿A quién se dirigió Jesús en este discurso y cómo les hablo?
▪︎¿Cuál es la primera comparación del Reino de Dios que hizo Jesús?
▪︎¿Con qué semilla compara Jesús el Reino de Dios?
▪︎¿Me puedo considerar ese grano o esa semilla de las parábolas?
▪︎¿Puedo identificar en qué momentos he sido sembrador del Reino de Dios en mi vida de fe?

3. Oración. ¿Qué le respondo a Dios?

Vamos a orar con este salmo del padre Benjamín González Vuelta (S.J), que me parece sugerente en esta meditación de hoy:

CREADOR DISCRETO
Letra © Benjamín González Buelta, SJ. música © David Pantaleón, SJ.

«No hay que pensar el aire para que se filtre
al último rincón de los pulmones, ni hay que imaginar la aurora
para que decore el nuevo día, jugando con los colores y las sombras.
No hay que dar órdenes
al corazón tan fiel,
ni a las células sin nombre para que luchen por la vida hasta el último aliento.
No hay que amenazar
a los pájaros para que canten ni vigilar a los trigales para que crezcan, ni espiar la semilla de arroz
para que se transforme
en el secreto de la tierra.
En dosis exacta
de luz y de color,
de canto y de silencio,
nos llega la vida sin notarlo, don incesantemente tuyo,
trabajador sin sábado,
Dios discreto.
Para que tu infinitud
no nos espante,
te regalas en el don
en que te escondes.
Amén. 🙏🏻

4. Contemplación. ¿Cómo interiorizo?

Para interiorizar este hermoso texto del Evangelio, nos quedamos con una pregunta:
¿Y tú, con qué compararás el Reino de Dios hoy?
Recuerda que como discípulos que somos ya no nos habla en parábolas, sino que nos lo explica todo en privado, en el corazón.

5. Acción. ¿Cómo lo ponto en práctica?

Buscar tres acciones durante el día en las que pueda ser sembrador de esperanza en este mundo de desigualdades e indiferencias, para así aportar mi parte en la construcción de Reino de Dios entre nosotros.

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