Lectio Divina
Exalta Gabriela De La Barra
Arquiepiscopales de Santa Cruz, en Bolivia. 🇧🇴
Invocación al Espíritu Santo
Espíritu de Dios llena mi vida, llena mi alma, llena mi ser, dame la fuerza necesaria para discernir el camino correcto y poder ver a Dios en todo.
Amén
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 13-22.
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren.
¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís lo hacéis digno de la “gehena” el doble que vosotros!.
¡Ay de vosotros guías ciegos, que decís:
“Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”!. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrendas? Quien jura por el altar, jura por él y por cuánto hay sobre él; quien jura por el templo jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él
Palabra del Señor.
Meditación – ¿Qué me dice la palabra?
A veces como servidores caemos en el deseo de sobresalir por lo que hacemos y es fácil sentirnos que somos quienes actuamos, y la delgada línea de ser enviado se cierra con el “yo hago” Jesús, cuidando nuestro corazón nos llama a una reflexión dolorosa, sabiendo que todo el tiempo tenemos que hacer el ejerció de conciencia para tener claro el panorama, sobre todo en momentos de neblina y alago de los hermanos a quienes estamos llamados a servir.
También nos indica que el juramento tiene que ser por lo más sagrado, ya que por las cosas que vemos llegaremos a las cosas que no vemos, pero tenemos la certeza de su existencia. De saber que más allá de las cosas de este mundo se encuentran las del reino celestial y son las que verdaderamente tienen importancia y valor inexplicable.
Oración – ¿Qué le digo al Señor?
Señor Jesús, tu que conoces nuestro corazón y las debilidades que por nuestra humanidad tendemos a cae, permiteme siempre ver claro y escuchar los signos de que me pones, para obedecer tu palabra y ser solo un mensajero. Aceptando tus caminos y encomiendas.
Amén
Analicemos la palabra:
¿En mí humanidad, he pensando alguna vez que quien actúa soy yo y no el padre? ¿Cuántas veces me he jactado de los dones que se me han dado gratis pero no los reparto de la misma manera? ¿He sentido ganas de salir de donde estoy para que me vean y me reconozcan más que al mensaje que llevaba en mi vida de misionero?
Acción – ¿A que me compromete el texto?
Señor me comprometo a orar cada vez que inicie alguna acción por tu llamado, dar gracias por poder ser tu mensajero y alabarte en silencio para reforzar esta amistad que nos une.