Lectio Divina: Julio de León de República Dominicana
Fiesta de la Visitación de la Virgen
0.- INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo y llena nuestro corazón,
haznos dóciles a tus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de tu consuelo.
Por Cristo nuestro Señor…
Amén.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto? Lc 2, 39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra del Señor
2.- MEDITACIÓN: ¿Qué nos dice el texto?
Apenas la Virgen, Madre de Dios, recibe el saludo del Ángel, sale con la mayor rapidez posible a SERVIR a su prima Isabel que se encuentra en cinta. Y no es un camino fácil, va por las montañas, con las precariedades de la época y en su estado delicado del propio embarazo. Pero así es el Espíritu Santo cuando lo acogemos en nosotros. Él nos impulsa a ir a servir a los demás y a entregarnos como don para que otros puedan también recibir la vida y llenarse de frutos, a pesar de que en el pasado hayan sido considerados estériles.
Y el encuentro de estas dos santas mujeres produce hermosísimas palabras que nos inspiran grandemente a lo largo de toda la historia, pero también hoy en nuestra situación particular. Por un lado, Isabel llama a María “Bendita entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”; palabras con las que hemos orado los cristianos por muchos siglos, cumpliendo la profecía de la misma LlenaDeGracia que habló de las “generaciones” que la llamarían dichosa. Y María responde con el precioso cántico del Magnificat con el que alaba las maravillas que Dios ha hecho en su vida y con el que muchísimos cristianos hemos podido reconocer que Dios también ha obrado en nuestra vida y que sigue haciendo maravillas con su poderoso brazo. Derribando poderosos y ensalzando a humildes, porque Su misericordia llega a quienes le son fieles en todas las generaciones.
Esta hermosa fiesta de la Visitación debe animarnos a cantar las maravillas que Dios ha hecho en nosotros y a llevar, con nuestro canto, la vida a los lugares estériles de nuestro entorno para que muchos más glorifiquen Al Poderoso Salvador y a su madre que nos lo ha traído a nuestra historia y a nuestras vidas.
3.- ORACIÓN: ¿Qué le respondemos al Señor?
Ven María, visítame y trae contigo al Salvador. Trae contigo la acción del Espíritu Santo, para que se acabe toda esterilidad en mi vida y yo también pueda contar y cantar contigo las maravillas que El Poderoso ha hecho en mí para todas las generaciones.
Amén.
4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizó el texto?
Amar es servir… Creer es ponerse en camino, guiados por el Espíritu Santo.
5.- ACCIÓN: ¿A que me comprometo?
– Visitar una persona y contar lar maravillas de Dios.
– Servir a alguna persona necesitada.