Lectio Divina
Por Héctor Martínez de Honduras 🇭🇳
Invocación al Espíritu Santo
Señor Jesús, envía tu Espíritu santo para vivir mi día en tu presencia, que Tú seas mi fuerza en el combate, mi voluntad para hacer posible cualquier tarea. Que vea en tí el apoyo seguro y firme para no dejarme arrastrar por las tentaciones del mundo. Amén
Lectura Mateo 21. 28-32
¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: «Hijo, ve hoy a trabajar en la viña». Él le contestó: «No quiero». Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: «Voy, señor». Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero».
Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».
¿Qué me dice el texto?
En el evangelio nos marca nuestro vivir en vida de fe es nuestra relación con el Señor, nuestra actitud ante Él, la disposición que tenemos ante lo que nos pide, la importancia que le damos en nuestra vida, si Él es o no, el Dios de nuestra vida.
La parábola de los dos hijos nos coloca de lleno en la actitud que debemos tener respecto de Él, pues en el ejemplo de esos dos hijos, el primero recibe una orden que se niega a realizarla, pero después la acepta y la cumple.
En cambio el segundo dice que sí y después no la hace, ignorando lo que se le había pedido.
La actitud de estos dos hijos nos ayudan a darnos cuenta que la fe más allá de conceptos o ideas. Es una opción, que implica un compromiso que lleva a asumir las enseñanzas del Señor Jesús haciendo de ellas un estilo de vida.
De ahí que requiera una comunión de vida e intenciones con el proyecto que el Señor nos plantea teniendo en cuenta la obediencia y seguimiento a sus enseñanzas.
Este pasaje nos da a demostrar la disposición y la actitud que debemos tener ante el Señor, donde el conocerlo implica vivir como Él, donde el seguirlo es adherirse a sus enseñanzas y a su estilo de vida.
Estilo de vida que se refleja en nuestra comunión con Él, viviendo de acuerdo a sus enseñanzas, cumpliendo sus mandatos, viviendo como Él lo ha hecho. No basta con decir…sí…, sí… y después no vivir, sino que el sí que damos debe cambiar nuestra vida y debe llevarnos a actualizar en nosotros el proyecto de amor que el Padre tiene para nosotros.
Meditación
También el mensaje de la parábola es claro y fuera de toda discusión. Ante Dios, lo importante no es «hablar» sino hacer; lo decisivo no es prometer o confesar, sino cumplir su voluntad.
Nos podemos ver reflejados en uno u otro caso… o en los dos, a lo largo de nuestra vida.
La cuestión es responder con el corazón y no «por cumplir», o quedar más o menos bien .
Porque muchos muy instruidos «dicen, pero no hacen» y muchas veces vemos las respuestas de los más «pequeños» y sencillos que trabajan en la viña y son ejemplo de humildad, generosidad y entrega.
Por eso es cierto que, estos «últimos» serán los primeros.
Oración
•Perdona, Señor,
▪︎Porque mi sí es a medias…
▪︎Porque no soy dócil a tu Espíritu…
▪︎Porque no vivo como me pides…
▪︎Porque no te sigo con radicalidad…
▪︎Porque no te amo como Tú…
▪︎Porque no me abandono a tu amor…
▪︎Porque no me esfuerzo en ser como Tú…
▪︎Porque no hago de ti, el sentido de lo que soy.
Contemplación
•¿Qué estás haciendo para demostrar con tu vida, con tus actitudes y tu manera de ser que sigues al Señor Jesús y que buscas ser y actuar como Él?
•¿Qué te impide vivir de acuerdo a la voluntad del Señor?
Acción
Después de leer este evangelio, es la hora de tomar una decisión. Cuantas veces le has dicho Señor luego voy a rezar, pero no lo has realizado. Ponte un horario para que puedas orar en tu vida.