Lectio Divina
Por José Tomás Otamendi González de Venezuela✍🏻🇻🇪
Invocación al Espíritu Santo
Dios todopoderoso que enviaste a Juan el Bautista a allanar el camino de tu Hijo, permite que nosotros también llenos del Espíritu Santo seamos testigos de Cristo en medio de nuestras comunidades a pesar de la falta de fe y desesperanza de nuestro mundo, danos la gracia de ayudar a preparar los corazones y así recibir la verdad del Evangelio con docilidad. Por nuestro Señor. Amén.
Lectura. ¿Qué dice el texto?
Del santo Evangelio según San Juan 1,19-28
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?”
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: “Yo no soy el Mesías”. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?” Él les respondió: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No”. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaías”.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”.
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.
Meditación. ¿Qué me dice el texto?
El Evangelio nos habla de Juan el Bautista y su preparación para que la comunidad reciba al Señor y que entiendan que él no es el Mesías sino solo el que prepara el camino, el pasaje nos muestra el interrogatorio de los sacerdotes a Juan: “¿Quién eres: el Mesías, Elías, el Profeta?” Juan respondió citando al profeta Isaías: “Yo soy la voz del que grita en el desierto: preparad el camino al Señor”. Es decir, Juan solo es el discípulo que anuncia, prepara el paso del Señor, no es el Mesías, eso nos lo dejan muy claro los evangelistas, esto es muy importante porque no debemos olvidar que Juan hasta después de su muerte por Herodes seguía teniendo un liderazgo muy fuerte entre los judíos, y seguía ejerciendo una influencia muy fuerte en la fe de la gente, era considerado un gran profeta, pero siempre mantuvo que él no era el Mesías sino que apuntaba a Jesús como el Mesías, y ese era forma de anunciar la Buena Noticia al pueblo.
“¿Por qué bautizas entonces, si no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta?” La respuesta de Juan es una confirmación de que es solo uno el enviado de Dios: «Yo bautizo con agua, pero hay uno en medio de ustedes a quien no conocen. El viene detrás de mí, y yo no merezco soltarle la correa de la sandalia». Juan nos muestra en esa última frase la grandeza del Señor, pero más adelante veremos también la sencillez al hacerse bautizar por él en el rio Jordán, mostrando un Jesús lleno del Espíritu Santo y el inicio de su predicación.
Oración. ¿Qué le digo al Señor según el texto?
El mundo ha visto y experimentado el nacimiento del Salvador, que el Señor nos permita prepara su paso por los corazones de nuestros hermanos para que así puedan sentir su amor y misericordia en todas las áreas de su vida. Amén.
Contemplación ¿Cómo interiorizo el texto?
¿Has tenido algún Juan que preparó tu corazón para recibir al Señor? ¿Tú has sido Juan para alguien? ¿Cómo preparas la llegada del Señor y su manifestación en la comunidad? ¿Tienes la humildad para entender que eres un discípulo y no el Mesías? ¿En algún momento te has creído más que Jesús?
Acción. ¿Cómo pongo en práctica lo reflexionado?
Busquemos a alguien que necesite conocer al Mesías y que tenga dudas de que Jesús vino a darle vida en abundancia, para ser ese Juan que con humildad le muestra el camino y lo lleva al Señor.