Lectio Divina por Fidias Monroy de Guatemala
Invocación al Espíritu Santo
¡Ven, Espíritu Santo! Ayúdame a estar abierto a tus inspiraciones, a conservar en mi corazón la alegría de saberme amado por ti para que, con gran confianza, siga con prontitud y docilidad lo que hoy quieras pedirme.
Amén.
LECTURA
Lectura del Evangelio según San Mateo 2, 13-18
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN:
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Con el pasaje de la huida a Egipto y el episodio de los niños de Belén, nos ayudará a descubrir la profundidad del nacimiento del Mesías: la oposición de las tinieblas contra la luz y de la maldad contra el bien. Dentro de las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la disposición de San José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social. Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos… que piden la respuesta de nuestra caridad.
ORACIÓN:
Jesús mío, a muchos escandaliza la reacción de Herodes al matar a tantos inocentes. Tristemente hoy, en nuestra sociedad marcada por la cultura de la muerte, ocurre lo mismo. Pocos reaccionan ante la muerte injusta de millones de niños en el vientre de su propia madre, ayúdame a defender siempre la vida.
CONTEMPLACIÓN:
Guardo silencio.
Descubro esa palabra o frase con la que me identifico y la guardo en mi corazón.
ACCIÓN:
Apoyar directamente o con mi oración, las asociaciones que luchan a favor de la defensa de la vida.