Lectio Divina por Fray Richard Godoy Vaca de Panamá
“EVANGELIO DEL DÍA EN HONOR A NUESTRA MADRE DE LAS MERCEDES”
INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
1.- LECTURA DEL EVANGELIO
Evangelio según San Juan 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
2.- MEDITACIÓN
En los Evangelios “Las mujeres que le siguen” a Jesús, es un grupo conformado por algunas discípulas que al escuchar su Palabra y dar un giro a sus vidas (sanación, liberación), le siguen incondicionalmente, sólo san Juan nos dice que María la Madre de Jesús es una de ellas, y que está “al pie de la cruz” que es donde se establece el texto presente, la cuarta de las mujeres en el cuarto Evangelio es María, pero ¿qué hacen? Según san Lucas su cercanía sólo se entiende en el apoyo a la obra, entregadas en el espíritu de oración y haciendo comunidad. La fidelidad del discípulo comprende este último “servicio” a Jesús. Sólo así, desde la oración se puede estar “de pie” ante el sufrimiento, el dolor, la desesperación y la muerte. En la cruz veo a una mujer ante el sufrimiento y el dolor. Ante el dolor y el sufrimiento el ejemplo de María, confiar en las promesas de Dios y en alguien, en Jesús, el kyrios que vencerá y romperá las cadenas del pecado y de la muerte.
1. ¿Soy como esos discípulos dispuestos a todos hasta las últimas consecuencias, hasta el último momento, fiel a las ensenas de Jesús, hasta el final, hasta la locura de la cruz?
2. ¿Soy hombre, mujer de oración, que cuando me visita el sufrimiento y el dolor miro la cruz, y veo como soy mirado por Cristo, con ojos de esperanza, de confianza en Dios, de abandono en sus planes y divina voluntad?
3. María, la orante, nos enseña a formar una comunidad evangelizadora y misionera: ¿soy persona de oración, de sacramentos, miembro activo en mi comunidad, en mi parroquia, en mi sociedad, estoy dispuesto a servirles con amor y entrega?
NUESTRA MIRADA CENTRADA EN MIRADA DE JESÚS: El texto dice que Jesús “ve a su Madre”, “ve al discípulo” pero antes, levantado en la cruz, ve esa “densa oscuridad” que nos cubre, de la cual nosotros no somos capaces ni de ver ni de sentir sobre nosotros hasta que nos atrapa, y sufrimos y no sabemos bien, cuál es su origen: “pecado estructural”, “pecado personal”, o simplemente “debilidad de la condición humana”. Pero no fija su mirada en esa oscuridad sino en esa luz que le aporta ver a su Madre y a discípulo amado: su mirada asoma la esperanza de una “pequeña comunidad” refugio, resguardo de la fe, para que el grano de trigo (Jesús), que muere (Cruz) y da fruto (Comunidad): “su madre” (es lo que representa: la nueva humanidad, la Iglesia misma, es una imagen más que individual, imagen más bien corporativa, global; Es como “Eva” en el paraíso, lo sabemos no es Eva, o después del pecado original originante: “los desterrados hijos de Eva”, es la humanidad cautiva que tiene una promesa de parte de Dios, y Cristo está a punto de cumplirla, muriendo por nosotros en la cruz, para crearse algo nuevo, germen de lo que vendrá, sale de su costado traspasado, por eso se puede decir que Jesús nos engendró en la Cruz, para darnos vida en plenitud.
1. ¿Cómo es mi mirada hacia los pobres, los necesitados, los enfermos, los privados de libertad, los nuevos cautivos en las nuevas cautividades del mundo de hoy?
2. ¿Soy capaz de ver, juzgar y actuar frente a ese reto de ser mensajero de libertad frente a un mundo encadenado, privado de su dignidad y de sus derechos más fundamentales?
3. ¿Soy capaz de buscar ayuda, apoyar las organizaciones, por ejemplo, que luchan por los derechos más fundamentales: como la vida del niño por nacer o la vida en el ocaso o deterioro del adulto mayor?
María, la Madre (La humanidad redimida, la nueva creación, signo de la Iglesia), nos enseña a ser fuertes en el camino de la cruz diaria y a caminar alegres en la esperanza, viviendo en comunidad, cenáculo pentecostal, cenobios de meditación y contemplación, pequeñas comunidades orantes que desde la Palabra y los sacramentos hacen iglesia doméstica, solo así seremos la semilla que ha de crecer en Cristo para nuestra sociedad agonizante sin fe, ni esperanza ni amor. LA MIRADA DE JESÚS NOS DEVUELVE LA ESPERANZA PERDIDA.
REFERENCIA: En el Monte Tepeyac La Virgen a Juan Diego 12 de diciembre 1531: “Hijo mío, el más pequeño, porque temes, no estoy yo aquí que soy tu Madre?”. Desde entonces en María encontraremos el refugio a nuestros desiertos y soledades, de nuestros abandonos y de nuestras desilusiones: “Un devoto de María no se condena” decía san Alfonso María Ligorio. EL VERDADERO DISCÍPULO DE CRISTO TIENE MADRE, el cristiano tiene Madre. Una madre cuida a su hijo hasta el fin, porque ama a su hijo hasta el fin y no deje que se pierda. (P. FRANCISCO). La convicción de la comunidad Juanica es esta, con la Madre estamos seguros de mantenernos en el camino de la gracia y de la salvación.
(ESTA NOTA ES SOLO PARA LOS ESTUDIOSOS)
1. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR DISCÍPULO? “Discípulo es aquel que siendo llamado por Jesucristo (llamada libre, personal) responde generosamente a la voluntad de seguirlo (entra en comunión de vida y de misión) en una comunidad de fieles, donde discierne cuál es su misión en la Iglesia y en la sociedad”(Ficha 5, Documento Preparatorio #44-65). El discípulo de Jesús, tiene una nueva identidad.
2. EL CONCEPTO DE IGLESIA: “ecclepto” viene de “ek-kaleo” y de ahí “ecclesia”=Iglesia. Que quiere llevar una relación con Dios eso es discipulado. Que NADIE se quede fuera sin ser llamado por Dios (Mt 28) Significa: “hagan discípulos a todos”. QUE NADIE SE QUEDE SIN SER LLAMADO POR DIOS. Por Jesús se entra en ALIANZA: rehaciendo relaciones, reaprendiendo la vida, así se hace discípulos. el espacio de identidad viene por la familia y quien abandona la familia renuncia a su identidad. ¿Pero qué hace Jesucristo? Crea una nueva familia de modo que a quien abandona su seguridad, le da una nueva identidad.
TRES MODELOS DE DISCIPULADO EN EL NUEVO TESTAMENTO:
1. EVANGELIOS SINÓPTICOS: La palabra seguimiento: el discipulado es una dinámica de aprendizaje, caminado detrás de Él. El seguimiento como camino.
1. Ser como el maestro. 2. Ir a donde sea.
3. Perseverar (Lucas 6, 40 y 22,28).2.
2. MODELO JUANICO: Evita la palabra “seguimiento” y pone la palabra “casa” (=casa, convivencia entre Jesús y sus discípulo. Casa lugar estable. Juan 1,52: “dónde vives –vengan- permanecieron con Él ”. Juan 14: Casa: “haremos morada”. “habita en mí y yo en Él ” (Juan 6).
¿QUIÉNES SON LOS MISIONEROS? Todos los fieles (fiel cristiano, todo bautizado), como miembros de Cristo vivo estamos llamados a ser misioneros, Jesús nos hace participes de su vida, nos entrega el Espíritu Santo y nos manda a la misión”.
3.- ORACIÓN
Amado Señor Jesús, con un corazón abierto te doy gracias por tu gran amor, porque siempre tienes misericordia hacia mí, por habernos dejado a tu Madre María santísima como madre nuestra, amándonos y siendo nuestra intercesora.
Por eso Señor te pido me ayudes a seguir adelante a tu servicio, como el amor con el que Juan cuido a María Santísima,
para estar siempre junto a tu cruz, y así siempre
ayudar a mis hermanos cuando me necesite.
AMÉN.
4.- CONTEMPLACIÓN.
JUNTO A LA CRUZ, A los pies de JESUS mis cargas son más ligeras.
JUNTO A LA CRUZ, me siento más amado(a) por Él, dio su vida por mi y nos dejó a su Madre como Madre nuestra.
JUNTO A LA CRUZ, me comprometo a llevar la cruz y seguir adelante ayudando a mis hermanos con la suya
JUNTO A LA CRUZ, me comprometo como Juan a acoger a los débiles, frágiles y descartados de la sociedad
JUNTO A LA CRUZ, me convierto en discípulo y misionero de su amor y a dar a conocer su amor más grande: su misericordia.
Recuerda lo que dijo el Maestro: “He ahí a tu Madre”. (Juan 19, 25-27) Quien no te abandonará, quien no te dejará caer, quien en su regazo quiere te confíes del amor misericordioso de Dios.
5.- ACCIÓN
PERSONAL: Al levantarme, tomar la cruz en mis manos, orar y darle gracias por el don de la vida y comprometerme con mis hermanos que sufren y me necesitan.
COMUNITARIA: Me comprometo con la Obra Social de mi Parroquia, viendo en los necesitados al mismo Cristo Crucificado, brindándoles a mis hermanos ese amor que siempre nos dio y nos demostró dejándonos a María su madre.
FRAY RICHARD Y EQUIPO MATRIMONIAL SAN RAMÓN