Sebastián Erazo, Sub- Coordinador de PJ Puyo y Secretario de la Zona Amazonía. Shell, Pastaza, Ecuador; nos comparte sus comentarios del Capítulo 8, Número 261, de la Exhortación Apostólica Christus Vivit del Papa Francisco.
261. En este contexto, recuerdo que Dios nos creó sexuados. Él mismo «creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus creaturas»[143]. Dentro de la vocación al matrimonio hay que reconocer y agradecer que «la sexualidad, el sexo, son un don de Dios. Nada de tabúes. Son un don de Dios, un don que el Señor nos da. Tienen dos propósitos: amarse y generar vida. Es una pasión, es el amor apasionado. El verdadero amor es apasionado. El amor entre un hombre y una mujer, cuando es apasionado, te lleva a dar la vida para siempre. Siempre. Y a darla con cuerpo y alma»[144].