Lectio Divina por Wendy Barrios de Guatemala
Miércoles XVII Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
0. Invocación al Espíritu Santo
Espíritu de Dios
Llena mi vida
Llena mi alma
Llena mi ser
Espíritu de Dios
Llena mi vida
Llena mi alma
Llena mi ser
Y lléname (lléname, lléname)
Con Tu presencia (lléname, lléname)
Con Tu poder (lléname, lléname)
Con Tu amor.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46)
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor.
1. LECTURA: ¿Qué dice el texto?
El Reino de los Cielos se parece a un gran tesoro y al encontrar su gran valor la gente se fue a vender lo que tenía y lo compro.
Y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró. Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
2. MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
En el Evangelio del día de hoy podemos ver como Jesús nos habla de un gran tesoro.
Primero Dios está en nuestro camino y lo encontramos constantemente, aunque no lleguemos a vivir el encuentro porque nuestros ojos están empañados, pero si llegamos a encontrarlo, si descubrimos el Amor, el mayor de los tesoros, ya nada, ni nadie, será capaz de apartarnos de Él.
Luego, la perla de gran valor, el encuentro con Dios es producto de la búsqueda del hombre. Dios está siempre a la vista y si nos dedicamos a buscarlo lo llegaremos a encontrar. Es el tesoro escondido; es la perla de gran valor, es Dios que sale a nuestro encuentro desde nuestro propio ser, y que una vez descubierto, una vez que los ojos de la fe llegan a experimentarlo, ya nada será bueno si no es Dios que se ha hecho el encontradizo y ha dejado que lo descubramos. Somos la imagen del campesino o del comerciante que una vez descubierto lo importante, Dios, ya no necesitan nada más que a Él para vivir.
En ambos casos el Señor ejemplifica a alguien o algo bueno, que lo encuentra y deja todo por poseer lo que le tiene más valor, *¿Cuáles son las actitudes, valores o cosas buenas que creo tener o están a mi lado?* *¿Qué valor les doy?* *¿Valor material o valor espiritual?*
Aquellas cosas materiales que parecieran buenas ¿Soy capaz de dejarlas por algo mucho mejor que quizás a la luz del mundo en el que vivimos sería una equivocación?, ¿Conozco a alguien que ya lo haya hecho?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
3. ORACIÓN: ¿Qué te digo Señor?
Señor, te doy gracias porque has sido misericordioso conmigo, me has sembrado en tu huerto, y gracias a tu hijo Jesús, me ha regado con palabra de vida que, aunque hoy soy esa planta, sigo luchando para ser, en tu Reino, un árbol grande. Señor Jesús en este día quiero pedirte que encontremos en ti ese tesoro del cual nos hablas y que teniéndolo decidamos conservarlo, gracias por mostrarnos que abriendo nuestro corazón a ti podemos encontrar la felicidad plena. Ayúdamos buen Señor a perseverar en nuestra vida cristiana conservando siempre este tesoro.
4. CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo lo interiorizo?
Te invito a que interiorices este mensaje:
“Y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró” (repetimos 3 veces).
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
5. ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Para la acción quiero exhortarlos a que en verdad reflexionemos: ¿Cuál es nuestro tesoro?
- Hagamos una lista de las cosas materiales a las que les damos mucho valor.
- Realicemos una lista de las actitudes, sentimientos, cosas no tangibles a las que les damos mucho valor.
- Reflexionemos sobre estas listas y decidamos a qué es la que debemos darle más valor.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?