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Lectio Divina por Osmarilys Sulbarán de Venezuela
Sábado XIII Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
INVOCACIÓN Al ESPÍRITU SANTO
Padre Santo envíanos el Espíritu de la verdad, para que podamos maravillarnos de las enseñanzas de tu Palabra.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Amén.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 20, 24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»
Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.»
Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
Jesús le dijo: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»
MEDITACIÓN
El Evangelio de Juan nos presenta el encuentro de Jesús resucitado con el apóstol Tomás, conocido como el incrédulo. Tomás no se encontraba presente cuando Jesús se aparece a los discípulos la semana anterior, y no cree en el testimonio de ellos, que le decían “hemos visto al Señor”. Más bien impone condiciones para creer en la resurrección del Señor, al decir “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Para Tomás el testimonio de los discípulos simplemente no fue suficiente para creer. Él necesitaba ver al Jesús resucitado y glorioso ligado al humano que padeció en la cruz, que vivió en la tierra, cuyo cuerpo muestra las señales de su pasión, para poder creer. La duda de Tomás hace visible lo difícil que puede ser creer en la resurrección de Jesucristo, si no hay un verdadero encuentro con él. El evangelio dice que pasaron 8 días, cuando estando reunidos nuevamente a puertas cerradas, esta vez Tomás con ellos, Jesús se presentó en medio y les dijo “La paz esté con ustedes”. Esto significa que Tomás mantuvo su postura durante 1 semana a pesar del testimonio de los otros apóstoles. Luego Jesús sin juzgar a Tomás responde a su desafío e incredulidad y le dice “Tomás ven mira mis manos, trae tu mano y mételas en mi costado”, confirmando que él es Jesús el que fue crucificado ahora resucitado y glorioso y que en su cuerpo posee los signos de su pasión. Tomás cree y responde “Señor mío y Dios mío” a lo que Jesús responde “Porque me has visto, has creído, dichosos los que no han visto y han creído”. Este Evangelio es hermoso y muy profundo, marca entre el antes y el después de ese momento en que ocurre en encuentro con la persona de Jesús de cada persona. El momento en el que existían dudas en el corazón de Tomás, quien necesitó más las palabras de los discípulos para creer, porque es un momento personal de cada quien. También muestra cómo Jesús se hace presente para que Tomás también creyera, porque para él todos sus discípulos eran importantes, era necesario que todos creyeran para continuar con la misión de evangelización que les fue encomendada.
¿Recuerda ese momento de encuentro con la persona de Jesús, cuando se disiparon tus dudas y a partir del cual aumentó tu fe?
ORACIÓN
Con estas ideas contéstale a Dios en Oración:
Señor nuestro corazón está lleno de gozo y agradecido porque hemos conocido la verdad de tu resurrección. Poder mostrar a Cristo vivo en medio de nosotros no es tarea fácil, guíanos para que nuestro testimonio otros también puedan encontrarse contigo.
CONTEMPLACIÓN:
Quédate con una idea especial. (Contemplación) dale vueltas a esa idea.
«Señor mío y Dios mío.»
ACCIÓN: COMPROMISO
Proponte una meta para creerle a Dios y demostrar tu cambio
Compromete a dar testimonio de fe.
