Lectio Divina por Joan Miguel López de República Dominicana
Jueves VIII Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
▫️INVOCACIÓN:
Dios nuestro, fuente de vida:
Tú estás muy cerca de nosotros
en nuestras penas y alegrías.
Danos ojos de fe y de amor para ver
la misión que nos has encomendado en la vida;
y danos la gracia y el valor para llevarla a cabo.
Danos también una visión clara
para ver las necesidades de nuestros hermanos
que claman a voz en grito su miseria
o la sufren en silencio, para que sepamos llevarles tu compasión sanadora
y conducirlos eficazmente a ti, Padre de todos.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
🔹LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Evangelio según San Marcos (10,46-52):
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor
🔺MEDITACIÓN: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
San Marcos, nos relata la curación del ciego Bartimeo. Al borde del camino le dice a Jesús que pasa: “Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús no pasa de largo sino que le libra de su ceguera, y esté le seguía por el camino.
En el fondo todos estamos ciegos, la ventaja de Bartimeo respecto a nosotros, es que él lo sabe, es consciente de su ceguera y por eso capaz de clamar al Señor que pasa. Nosotros no somos tan conscientes de nuestra ceguera, creemos que vemos con claridad. Por eso decretamos, juzgamos, sentenciamos, definimos, fijamos, … Tal y como nos decía la Primera lectura “no vemos más que una chispa”. Sólo Dios conoce el corazón humano y el porqué de las cosas.
Jesús es la luz que todo lo ilumina. En la medida en que nos acercamos a él en esa medida podemos ver la realidad de las cosas, de la vida, de nosotros mismos, y descubrir en ella la bondad y la belleza de la obra de Dios. El es la luz que todo lo ilumina, lo llena de vida y de sentido. Por eso cuando Jesús abre nuestros ojos no podemos sino seguirle por el camino, porque hemos descubierto la luz, “¿quién se saciará de contemplar su hermosura?”
▫️ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Padre nuestro amoroso:
hemos oído y visto a tu Hijo
y le hemos reconocido al partir el pan.
Ayúdanos a ver con su luz
lo bueno y lo malo en nosotros.
Haznos entender el significado más profundo
del dolor y el sufrimiento.
Y un día muéstranos a ti mismo como tú eres,
un Dios en tres Personas:
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén
🔹CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje de Dios?
Jesús cura a un ciego. Éste no solamente recupera su vista, sino que también comienza a percibir con fe quién es Jesús. Notemos que la muchedumbre primero intenta silenciar al ciego, pero su fe es imparable y no se la puede silenciar.
Es imparable nuestra fe?, Somos nosotros como la muchedumbre entre nuestros hermanos? O somos persistentes como el ciego ?
🔺ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Debemos aprender a ver las obras de Dios con ojos de fe, y a admirarlas. De esta manera participamos un poco de la visión de Dios mismo, que conoce y ve todo, incluso lo que ocurre en lo más profundo de nuestros corazones. Ver con fe es compartir la sabiduría de Dios.