Lectio Divina por Diana Carolina Bueno de República Dominicana
Lunes II Semana de Pascua Ciclo B
Lunes, 12 de abril 2021
0- Invocación al Espíritu Santo
Desciende sobre mi Espíritu Santo, infúndeme sabiduría y ayúdame con tu poder, a enriquecerme, comprender y aprovechar el Evangelio que en estos momentos me propongo leer. Amén.
1-LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO: Juan 3, 1-8 📖
- Había un fariseo llamado Nicodemo, que era hombre importante entre los judíos. 2.Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ««Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él.» 3. Jesús le contestó: «En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo.» 4. Nicodemo le preguntó: «¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre?» 5. Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. 6. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. 7.No te extrañes de que te haya dicho: Necesitan nacer de nuevo desde arriba. 8. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»» Palabra del Señor.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Nicodemo, era un fariseo que se acerca al lugar donde está Jesús, reconociendo que Él ha venido de parte de Dios, ya que realiza signos y milagros que solo alguien que venga de Dios puede hacer, además de que lo llama Maestro. Jesús y Nicodemo conversan sobre la forma en que debe renacer el hombre para poder entrar en el Reino de Dios, entonces, le explica Jesús a Nicodemo, que debe nacer del agua y del espíritu.
Preguntas para recordar el texto bíblico:
¿Cómo renacerá el hombre ya viejo?
2.- MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
Que sólo con invocar al Espíritu, sentir su presencia en cada instante de mi vida, aperturar el diálogo, agradecer por las maravillas que en muchas ocasiones paso por alto, puedo sentir que Dios está a mi lado, que nunca me desampara y que Él está dándome las pautas para obtener la salvación y la entrada a su Reino. En mi condición humana, podemos encontrar la paz que necesita mi existencia en este mundo y que el Espíritu es quien me ayuda a mantenerme firme en cada acción que realizo, que está en cualquier lugar en que me encuentre, por lo que al invocarlo, puedo sentir su poder y experimentar una verdadera transformación y conversión.
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
¿Estoy realizando alguna acción que me ayuda a renacer en el espíritu?
Lo que hago día a día con mi comportamiento, ¿me acerca más a Dios?
¿El Espíritu habita en mí?
¿Agradezco cada día por las maravillas que Dios me ha regalado?
3.- ORACIÓN ¿Qué le respondo a Dios?
Reconozco que estás en cada momento de mi vida, pero necesito de tu ayuda mi Señor, para poder ser una mejor persona, confiar más en ti, en tu espíritu, estar agradecida con lo que diariamente me das. Amén.
Dile a Jesús lo que sale de tu corazón. Él te escucha y te ayuda.
4.- CONTEMPLACIÓN ¿Cómo interiorizo tu mensaje, Señor?
Reflexiono las siguientes palabras y frases:
El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
5.- ACCIÓN ¿Cómo llevo esta Palabra a mi vida? ¿A qué me comprometo?
Tener un momento a solas con Dios y realizar una oración de acción de gracias de todo corazón, por cada momento de vida que me ha regalado, a la vez pedirle que derrame su Espíritu, que aumente mi fe y que me ayude a ser una mejor persona, para ir acercándome a la santidad.
A siempre recordar que Él habita en mí y ayudar a los demás a que también lo recuerden.
Y tú, ¿a qué te comprometes con Dios?