Mariel Anahí Piñero, Coordinadora de Pastoral de Juventud, San Miguel de Tucumán, Argentina; nos comparte sus comentarios del Capítulo 8, Número 249, de la Exhortación Apostólica Christus Vivit del Papa Francisco.
289. El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente. Los regalos de Dios son interactivos y para gozarlos hay que poner mucho en juego, hay que arriesgar. Pero no será la exigencia de un deber impuesto por otro desde afuera, sino algo que te estimulará a crecer y a optar para que ese regalo madure y se convierta en don para los demás. Cuando el Señor suscita una vocación no sólo piensa en lo que eres sino en todo lo que junto a Él y a los demás podrás llegar a ser.