Lectio Divina por Laura Rivera de Argentina
🔥INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, Espíritu de Verdad y de Amor ilumina nuestra mente y nuestro corazón para que podamos recibir, vivir y anunciar tu Palabra.
Dispón de nosotros, de nuestros ojos, oídos, mente y corazón para que seamos dóciles al regalo de tu Palabra que se hace vida en nuestras vidas . Amen
📣LECTURA
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,26-34):
Y decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha».
También decía: «¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra».
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
¿Qué dice el texto?
El texto que hoy compartimos vemos como una vez mas Jesús tomando acontecimientos comunes propios de la vida y de la cotidianamente de la época busca explicarnos algo de manera sencilla, en este caso la presencia del Reino entre nosotros. Jesús expone diversas parábolas a la gente y las explica a sus discípulos. En este texto encontramos 2 parábolas: la de la semilla que germina y crece por sí, y la del grano de mostaza.
La primera de las dos parabolas fija la mirada en aquella semilla que una vez sembrada crece y germina de a poco primero el tallo, luego la espiga y al fin el grano, el sembrador confia en la fuerza de la semilla y por supuesto en el terreno donde fue sembrado, la tierra fertil. Recordando la Parabola del sembrador (Mc 4, 1-9) vemos como es importante el terreno donde cae la semilla. La segunda parabola nos habla de que a pesar de ser pequeña la semilla puede llegar a ser un gran arbusto, que cobije a muchos «pajaros» es asi como Dios no hace acepcion de personas y nos invita a participar a todos del Reino, dándonos cobijo con su sombra. (El evangelio de Marcos destinado principalmente al pueblo Pagano, encuentra una invitación a todos a ser parte del Reino). Lo importante aqui es el contraste entre los pequeños comienzos del Reino y la certeza de su gran crecimiento.
🕯️MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
Reflexionemos sobre el texto aquello que me queda me moviliza, que me llama la atención, que ha sido el eco de mi lectura.
Las siguientes preguntas te pueden ayudar en la reflexión.
¿Qué aprendemos sobre el Reino de Dios en esta parábola?
¿Confío a Dios mi vida y el anuncio que estoy haciendo con ella del Reino de Dios?
🙇 ORACIÓN: ¿Qué le decimos al Señor?
A cada intención vamos a elevar una oración diciendo:
“Señor, ayúdanos a construir el Reino”.
Te pedimos dulce Jesús que cada día de nuestra vida seamos fieles testigos del Reino. Oremos
Que nuestra vida se deje guiar por tus manos y sea cual semilla que crece y da frutos en abundancia. Oremos
….
🔎 CONTEMPLACIÓN Mirar con la mirada de Dios
Nos queda resonando en el corazón
“No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.»
🚶 ACCIÓN ¿A que me comprometo?
Hoy la Palabra nos llama y nos invita a ser parte del Reino, y aunque seamos una semilla pequeña recordemos al granito de mostaza.
Pensa entonces una acción concreta y simple de realizar para este día, que te ayude a cumplir con este llamado.