Lectio Divina por Eduardo Ramírez de Guatemala
Saludos hermanos Cristonautas Les saluda su hermano en Cristo, José Eduardo Ramírez de Esquipulas, Guatemala
Lectio Divina Miércoles, 23 de diciembre de 2020
Lc 1, 55-66
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Creador, visita nuestras vidas y llénalas con tu divina gracia. Aléjanos de las insidias del enemigo para que amándote escuchemos con atención la Palabra de Jesucristo nuestro Señor. Amén
1. Lectura
«57Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. 58Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. 59Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan.» 61Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.» 62Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. 63El pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos quedaron admirados. 64Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. 65Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; 66todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.» Palabra del Señor.
El texto del Evangelio de hoy, nos llevan al hecho del nacimiento de Juan (El Bautista). Un hecho que se transforma en una fiesta de la vida, porque, efectivamente, donde ya no había esperanza de una nueva vida, Dios hace lo imposible, posible. En la circuncisión, que es cuando se le daba el nombre al niño, el acontecimiento tiene más relevancia, primero, por la novedad del nacimiento de un niño del seno de una anciana; segundo porque Zacarías, quien había quedado mudo por la falta de confianza en el Señor; y tercero el nombre del niño, que no sólo le restaura la confianza y la esperanza a Zacarías, sino que también al pueblo “Yahve es Misericordioso”. El nacimiento de Juan, por lo tanto, hace renacer la fraternidad de la comunidad que espera al Mesías y la alabanza. La oración crece del temor (admiración ante los hechos), a la meditación (guardaban todo en su corazón) y nuevamente vuelve la alabanza a los labios de Zacarías, Isabel y la comunidad.
¿Qué palabras, acontecimiento o situaciones podemos nosotros encontrar en el texto que nos enriquecen la lectura del texto?
2. Meditación
El Evangelio es una invitación a que restauremos en nuestra vida la esperanza que sólo el Señor nos puede dar. En un tiempo en que vivimos con incertidumbre por la pandemia, la situación económica y aunados a un bombardeo de publicidad engañosa que nos pueden hacer perder de vista el gran acontecimiento, el acontecimiento del nacimiento de Jesús. Por ello es bueno que, al igual que Zacarías e Isabel, renovemos nuestra fe en el Señor y con alegría alabemos al Señor.
Preguntémonos:
¿Qué es para nosotros la Navidad? ¿Es el nacimiento del Mesías o una excusa más para hacer fiesta?
¿Hay esperanza cristiana en nuestro corazón o vivimos en la zozobra de lo que el mundo nos presenta?
¿Qué otras preguntas nos vienen al meditar el texto?
3. Oración
Pidamos al Señor
Para que nos llene de esperanza nuestro corazón.
Para que vivamos cada día en la espera de su venida.
Para que quienes viven en un mundo desalentador agobiados por los 5
acontecimientos, sientan la alegría del nacimiento de nuestro salvador.
Para que, el Señor que nace, nos impulse a seguir en la misión de llevar su Palabra liberadora, especialmente donde más haga falta.
¿Qué más nos hace decirle al Señor su Palabra?
4. Contemplación
Repitámonos en nuestro corazón:
“Nace en mi corazón Señor y transforma mi vida”
¿Qué otra frase nos inspira el Señor a contemplar?
5. Acción
Muchas personas viven con tristeza, principalmente por la ausencia de seres queridos por muerte, migración o por separación. Identifiquémoslas y hagamos un pequeño detalle para ellas – una tarjeta, un dibujo, una oración – que sientan que Dios está cerca de ellas.
¿Qué otra acción te mueve a hacer la Palabra del Señor?
“Hay navidad cada vez que le sonríes a un hermano. Hay navidad cada vez que reconoces con humildad tus límites y tu debilidad. Hay navidad cada vez que permites al Señor que renazca para darlo a los otros”.
(Santa Teresa de Calcuta)