Lectio Divina por Sandy Antonio Gutiérrez de la República Dominicana
0- Invocación al Espíritu Santo:
¡Oh, Espíritu Santo! Ven a iluminarme para que la Palabra que voy a leer pueda entenderla en la forma adecuada. Soy consciente de mis limitaciones, por eso imploro tu auxilio. Amén.
1-LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO LUCAS 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
“En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario’.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando”.
Dicho esto, Jesús comentó: “Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?” Palabra del Señor.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Jesús usa la parábola del juez injusto y la viuda inoportuna para enseñar a sus discípulos la importancia de la oración. El juez que no tenía temor de Dios ni respeto por los hombres, al cansarse de tanto escuchar la súplica de la viuda, decide actuar en favor de esta última. Jesús cuestiona a sus seguidores sobre si su padre Dios, que es todo lo contrario al juez, hará justicia y responderá a las súplicas que se realizan con fe.
Preguntas para recordar el texto bíblico:
1. ¿Cuáles elementos importantes se resaltan en este pasaje?
2. ¿Por qué crees que el juez cumplió la súplica de la viuda?
3. ¿Por qué razón propuso Jesús esta parábola a sus discípulos?
2.- MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
Lucas resalta otro aspecto importante en el discipulado, la oración. La oración es clave para estar cerca de Dios, para escucharlo y que él nos escuche. La oración es diálogo, así como se hace con un amigo muy querido. En el diálogo nos abrimos a los demás, por lo tanto, con la oración nos abrimos a Dios. Él siempre nos escucha y no tarda en responder. Pero es necesaria la fe para recibir y descubrir la respuesta.
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
4. ¿Soy consciente de la importancia de la oración?
5. ¿Oro con insistencia, sin desfallecer y me abro a Dios como lo hago con un amigo?
6. ¿Cuáles momentos al día lo dedico a la oración?
7. ¿Confío en que Dios me escucha?
8. ¿Cuáles formas de oración utilizo?
3.- ORACIÓN ¿Qué le respondo a Dios?
Padre Dios, te agradezco la cercanía que tienes conmigo a través de la oración. Te pido que acrecientes mi fe para creer en tus promesas. No permitas que me aparte de ti solo porque no escucho, ni veo la respuesta que busco en mi tiempo. Amén
Dile a Dios con fe lo que sale de tu corazón. Él te escucha siempre y ofrece respuestas a tus súplicas.
4.- CONTEMPLACIÓN ¿Cómo interiorizo tu mensaje, Señor?
Interiorizo las siguientes y frases:
• ¿Creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar?
• Yo les digo que les hará justicia sin tardar
• Cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?
5.- ACCIÓN ¿Cómo llevo esta Palabra a mi vida?, ¿a qué me comprometo?
Identifico los momentos de oración que tengo diariamente. Aumento en tiempo y calidad esos momentos. Rezo por mis hermanos que dialogan poco con Dios y que tienen poca fe.