Lectio Divina por Aida Alejandra Colindres de Honduras
0. Invocamos al Espíritu Santo
Ven Espíritu de Dios, sobre mi. Sobre cada uno de nosotros, ayúdanos a comprender tu palabra. En estos tiempos tan difíciles te necesitamos, danos esa luz para dar dirección a nuestra vida, con tu palabra podemos.
Evangelio Según San Mateo 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
1Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
1.- El texto presenta a la mujer cananea, en diálogo con Jesús. Ella es madre y su hija tiene un demonio. Se nota que está desesperada, se da cuenta que Jesús está pasando por allí. Busca compasión, no pide por ella, lo hace insistentemente por su hija. Tiene cansados a los discípulos de tanta insistencia, hasta el punto que ellos le piden el milagro a Jesús para que los deje tranquilos. Al encontrarse con Jesús, se escuchan una de las palabras más duras del Evangelio, un aparente rechazo y humillación, pero también, un hermoso piropo. El punto clave de todo es la fe. La fe de la mujer que se traga su orgullo, que insiste; la fe de Jesús, que conoce el corazón de las personas y espera una respuesta generosa de cada uno. Esta combinación provoca lo inesperado, sacarle un milagro a Jesús cuando no era su tiempo. Ella consigue su cometido porque nunca dejo de creer.
2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
2.- Al escuchar este pasaje de las escrituras, pienso en la compasión. Cuanta compasión se necesita en estos tiempos de COVID 19, cuantas madres, cuantas familias piden compasión por sus familiares enfermos. En un principio dice el texto que Jesús no respondió nada… Cuantas veces pensamos que Dios no nos responde, nos desesperamos y dudamos… Pero el poder de la intercesión, en aquel momento los discípulos, hoy la Iglesia sigue obrando. Para presentarme delante de Jesús, debo dejar mis orgullos, mi prepotencia y para eso, me ayuda mucho la posición de la cananea, estar de rodillas. Estar postrada me hace reconocer que todo se lo debo a Dios. Al seguir escrutando este pasaje, llego al punto de la fe… Como vivo mi fe en esta pandemia, cuales son los demonios que Jesús debe sacar de mí, pido con fe por aquellos que están sufriendo… Señor yo creo pero aumenta mi fe…
3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor Jesús, te doy gracias porque me permites conocerte y amarte, te pido el don de la fe, fe para saber que tu tienes la última palabra en esta crisis, fe para insistir e insistir en el diálogo contigo, buscando en todo momento cumplir tu voluntad. Ayúdame Señor a ser compasivo con quienes están sufriendo esta calamidad, a ser generoso con aquellos que me buscan pidiendo auxilo. Señor sigue socorriendome, sigue liberandome para seguir siempre tu ejemplo y darme a los demás. Amén.
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
Mujer, que grande es tu fe, que se cumpla lo que deseas… Me quedo con esa expresión de Jesús, ese piropo que espero algún día me lo diga…
5. Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
Este diálogo hecho oración me compromete a ser compasivos con aquellos que están sufriendo en esta pandemia, orar por ellos y buscar siempre de Dios.