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Lectio Divina por Luz María Hurtado de Panamá
0. INVOQUEMOS AL ESPÍRITU
– Espíritu Santo, manifestado en el Señor Resucitado, ¡abre mi mente y mi corazón y permite que me sumerja en tu presencia! Amén.
1. LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (15, 18-21)
Si el mundo los odia, sepan que primero me odió a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero, como no son del mundo, sino que yo los elegí sacándolos del mundo, por eso el mundo los odia.
Recuerden lo que les dije: Un sirviente no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; si cumplieron mi palabra, también cumplirán la de ustedes. Los tratarán así a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
***Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?***
2. MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
La mayoría de nosotros tenemos un camino recorrido, Jesús es muy claro y directo al decir que si no somos del mundo, nos odiarán.
Si hiciéramos el ejercicio de entrar a una sala de cine y preguntar, ¿Quiénes de aquí creen en Jesús? ¿Cual pensarías que sería la respuesta? ¿Qué pasaría?
Seguramente no todos serían tan «valientes» para levantarse o simplemente no le tomaran mayor importancia. Este texto me hace reflexionar sobre los «riesgos» de creer en Jesús, Él mismo nos lo advierte, pero al mismo tiempo nos da la confianza para seguir justificando que ellos «no conocen al que me envió»
Tenemos que estar preparados ante el «odio» de los demás es ahí dónde nos fortalecemos, pero hay que tener cuidado cuando nos adentramos en el mundo como corderos en medio de los lobos, porque en el afán de escapar de ese mundo, podemos convertirnos en un lobo…
Les dejo esta pregunta de reflexión ¿Qué tengo que ver con el mundo?
3.ORACIÓN ¿Qué le decimos al Señor?
– Señor! En mis deficiencias e imperfecciones, y en este momento de mi vida, ayúdame a no dejarme influenciar por lo que el mundo piense, el mismo que tu creaste para que todos convivamos, dame sabiduría para discernir.
Enséñame a dar buenos frutos y ser un ejemplo de un buen cristiano.
***En este momento puedes pensar en una oración personal**
4. CONTEMPLACIÓN: ¿cómo interiorizamos el texto?
Me siento complacida por optar siempre por Dios. Considero que puedo dar un poco más y ser más valiente.
– ¿Qué domina mi pensamiento, lo que el mundo piense de mí o lo que yo piense del mundo?
5. ACCIÓN: ¿a qué me comprometo?
– Me comprometo a buscar el verdadero amor de Dios, es la mejor expresión de amor y no la del mundo, que ofrece placeres pasajeros. También ir de la mano del Evangelio a sabiendas de no aceptado por los demás, seguir tocando puertas!
Amén!
***A qué acciones me comprometo en el día de hoy?***
