Lectio Divina por Juan Gerardo Escamilla Ochoa De México
Invocación al Espíritu Santo:
Hola Dios Espíritu Santo fuente de sabiduría, de entendimiento, de paz, llenamos con el fuego de tu amor, infunde mi espíritu de valentía para poder anunciar el evangelio, lléname con tu gracia, con tu piedad, con tu generosidad para ver en mis hermanos el mismísimo rostro de Dios en mi vida. Amén.
1.-Lectura: Evangelio según San Mateo 28, 1-10
Transcurrido el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un gran temblor, porque el ángel del Señor bajó del cielo y acercándose al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo tapaba y se sentó encima de ella. Su rostro brillaba como el relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: “No teman. Ya sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí; ha resucitado, como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto. Y ahora, vayan de prisa a decir a sus discípulos: ‘Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea; allá lo verán’. Eso es todo”.
Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y llenas de temor y de gran alegría, corrieron a dar la noticia a los discípulos. Pero de repente Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. Entonces les dijo Jesús: “No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá me verán”.
2.- Meditación:
Hoy podemos ver en el Evangelio una Gran noticia, nos cuenta el evangelista que dos mujeres van encaminó al sepulcro donde habían enterrado a Jesús, pero al llegar se encuentran con la piedra removida del sepulcro donde se encontraba jesús y se encuentran también con un Ángel del Señor que les dicen «No teman» Jesús a resultado; Dios con este acontecimiento nos hace partícipes de está Gran noticia de la resurrección de su hijo, Dios viene a remover esa piedra del sepulcro, esa piedra que muchas veces atenta contra la esperanza y la trasendencia del ser humano, Dios quiere decirnos que la muerte, que el pecado, que la mundanidad no tienen la última palabra, es Cristo que con su resurrección nos llena de alegría y de esperanza. Hermanos el evangelio del día de hoy también nos invita a reflexionar acerca del compromiso que tenemos nosotros los cristianos de llevar este mensaje a toda la humanidad, Dios nos llama a la misión de evangelizar, de llevar está buena noticia a los demás así como lo hicieron las dos Marías del evangelio, que Dios nos de las fuerzas necesarias para llevar está buena noticia a dónde quiera que vayamos. Amén
3.- Oración:
Dios tú qué conoces lo más profundo de nuestro corazón, ayúdanos a meditar con mucha fe los misterios de la pasión, muerte y resurrección de tu hijo Jesucristo, acrescente en nosotros la Fe, la Esperanza y el Amor. Amén
4 – Contemplación:
Te invito a qué te quedes con estás palabras del evangelio, cierra tus ojos y repite estás palabras:
«El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: “No teman. Ya sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí; ha resucitado»
Acción:
Te invito a la medida que te sea posible a que te acerques al sacramento de la confección y con humildad le pidas a Dios en tu confección que te quite esas piedras duras que hay en tu corazón y que no te dejan avanzar; esas cosas que no te dejan ser un mejor ser humano, un mejor cristiano y que te quitan la esperanza.
Amén.