Lectio Divina del día – Whatsapp Marcos 9, 14-29

Lectio Divina Erinson De Jesús Bustamante De Venezuela

0. Invocación al Espíritu Santo

(Me doy unos segundos para respirar: inhalo, mantengo el aire, exhalo). En silencio recibo al Espíritu que es soplo, lo hago varias veces y digo pausadamente:

Ven, Espíritu de Jesús,
amoroso y tierno,
Que pueda experimentar ti presencia
Que libera mi vida, me sana y transforma.
Ven Espíritu liberador,
Renueva mi vida y mantenme en tu paz.

(Me doy unos segundos para respirar: inhalo, tomo aire, exhalo)

Pedimos tu presencia por medio de aquella que escuchó tu palabra, la comprendió, la puso por obra y la dio al mundo: Dios te salve María…

Lectura del santo evangelio según san Marcos (9, 14-29):

En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discuten?»
Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo les tendré que soportar? Traiganmelo.»
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos.»
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible para el que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.»

Palabra del Señor

1. Lectura ¿Qué dice el texto?

¿Con quienes estaba Jesús?
¿Dónde se encontraban?
¿Quienes estaban cuando ellos bajaron del monte?
¿Que hacían cuando Jesús llegó?
¿Cuál es la situación que le presentan a Jesús?
¿Cómo reacciona el ante está situación?
¿Cuál es la inquietud de los discípulos?

1. Jesús, junto a Pedro, Santiago y Juan bajan de la montaña. Allí El ha sido transfigurado en presencia de ellos. Les ha mostrado la plenitud y la liberación; que ellos no terminan de comprender. Al bajar, se encuentran la realidad de sufrimiento.
2. La gente se sorprende al ver a Jesús. Le plantean una causa de sufrimiento: hay un endemoniado, desde hace mucho; discuten al respecto, porque sus discípulos no han podido curarlo. Su acción de Jesús es liberadora y transformadora. Actúa con paciencia. A pesar de lo sucedido, hace su obra y se da la curación. Pone a la persona en el centro y hace lo que otros no han podido, su manifestación del Reino es concreta.
3. La reacción de Jesús es clara: ¿hasta cuándo estaré con ustedes?; parece que lo vivido hasta este momento no ha sido suficiente muestra del Reino para ellos; los discípulos al final se cuestionan porque El pudo y ellos no, Jesús les muestra que les hace falta más.

2. Meditación ¿Qué me dice el texto?

Me voy del siglo I al siglo XXI, de la sociedad e iglesia de ayer y me pregunto ¿Que me quiere decir Jesús hoy?

A. Después de momentos de bienestar y satisfacción la realidad sigue presente ¿estoy atento a los sufrimientos propios y de mi alrededor?

B. A Jesús le plantean sufrimientos humanos y responde con compasión ¿Cómo respondo yo ante los sufrimientos de mis hermanos y hermanas? ¿Confío en El o en mis propias fuerzas? ¿Reconozco mis recursos y me hago responsables o espero que Dios haga sin mí?

C. Los discípulos aún no comprenden a Jesús y por eso no obran como Él; ante Él, entre ellos y con los demás ¿Creo yo que seguir a Jesús como lo hago es suficiente? ¿Hago lo posible por asemejarme más a El según el Evangelio?

3. Oración ¿Qué respondo al Padre?

Te invito a mirar tu relación con Jesús. Contempla su compasión en tu vida.

[ ] Pido perdón por las veces que no he confiado en Jesús, por las veces que he subestimado su acción en mi vida.
(Pienso en situaciones en las cuales he dudado de El; por las esclavitudes que me impiden vivir en la libertad que me ofrece)

[ ] Agradezco por su paciencia y compasión conmigo, con los demás, con mi país; por su testimonio liberador.
(Agradezco por su compasión, cercanía y presencia en medio de las divisiones y dudas cotidianas)

[ ] Pido por mis hermanos y hermanas que hoy sufren la división en sus vidas, en sus familias, en sus países
(Ponemos nuestras vidas, relaciones, trabajos, países)

4. Contemplación ¿Qué resuena en mi vida?

Gente sin fe. ¿Hasta cuando estaré con ustedes?

A ti, ¿qué frase, palabra o expresión te resuena más?

5. Acción ¿A qué me comprometo a partir de esta Palabra?

Reconoce tus posibilidades y recursos para poder solución a los problemas actuales.
Muéstrate humilde ante la acción de Dios que es superior a tus deseos de reconocimiento.
Confía en Dios las angustias y preocupaciones personales y sociales.

Pedimos al Padre que se haga Su voluntad de vivir en compasión. Por eso junto a Jesús decimos: Padre Nuestro…

Saludos desde Venezuela y un abrazo a cada uno/a hermanos y hermanas.

Acerca de Erinson de Jesús Bustamante

Nacido en Venezuela Estudiante de psicología. Agente de Pastoral Universitaria. Cristonauta. Aventurero, apasionado, soñador, caminante permanente.

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