Lectio Divina por Julio De León Dumé de República Dominicana
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Enciende en ellos el fuego de tu amor y todo será creado y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles, haz que guiados por este mismo Espíritu, saboreemos de la dulzura del bien y gocemos de tu divino consuelo, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
1- LECTURA Del santo Evangelio según san Mateo (15, 29-37):
En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a Él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y Él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
El Evangelio habla de la compasión de Jesús. Por compasión llegó Jesús hasta la gente. Por compasión también los sanaba de sus muchas dolencias y luego dice explícitamente el Evangelio que sintió compasión porque tenían mucho tiempo sin comer.
Podemos decir que Jesús ve la necesidad de las personas y ve más allá que cualquiera de sus discípulos, que solo estaban viendo la limitación de estar en descampado y no tener suficiente alimento. Y es Jesús que pide actuar desde lo poco que tienen sus discípulos, pero que al entregarlo a Él es principio de un milagro.
Ellos le dan a Jesús ese poquito que tienen y con la bendición de Dios, ocurre que, entonces es Jesús que les da a ellos para que repartan a todo el mundo hasta saciarse y sobrar.
2-MEDITACIÓN: ¿Qué me dice Dios en el texto?
El Adviento como camino de preparación nos está llevando al encuentro del Reino de Jesús que ya viene y en este Evangelio Jesús hace muchas cosas admirables y la gente daba gloria a Dios. Este texto me dice que todas esas maravillas esperan por mí hoy y que yo también tengo que admirarlo y glorificarlo para ir preparando su venida. Pero vamos a preguntarnos algunas cosas:
• ¿Qué monte necesito subir hoy para encontrarme con Jesús?
• ¿De qué necesito ser sanado?
• ¿Qué necesito que Jesús sacie en mí? ¿Cuál es mi hambre hoy?
• ¿Cuáles son mis 7 panes y mis pocos pescados? ¿Estoy dispuesto a entregarlos?
• ¿Estoy consciente de que todo lo que doy a otras personas me ha sido dado por Dios?
Con todo esto debo darme cuenta de que si soy cristiano, tengo que imitar a Cristo y tener compasión. Para ello es necesario que entrene mis ojos para fijarse en la necesidad de mi hermano y obrar sobre esa necesidad. Sin miedo a la escasez y sabiendo que lo que doy viene del mismo Jesús… y que al final, va a ser más que suficiente y va a sobrar.
3-ORACIÓN: ¿Qué respondemos a Dios?
Señor Jesús, gracias por tener compasión de mí. Gracias por estar atento a mis debilidades, a mis enfermedades y a mis necesidades. Te pido que no apartes tu mirada de mí y que también me enseñes a mirar como tú. Quiero ver la necesidad de mis hermanos y que me mueva a entregar mis 7 panes y pocos peces; para que tú puedas hacer el milagro de saciar al mundo que tanto necesita de ti. Amén.
4-CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje De Dios?
“La gente se admiraba y daban gloria al Dios de Israel.”
5-ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Cada día del resto del Adviento, voy a dar algo a alguna persona necesitada y voy a orar para que Jesús siga multiplicando los bienes para saciar a quienes más lo necesitan.