Lectio Divina por Héctor David Martínez de Honduras
1.- Invocación del Espíritu Santo
Dios omnipotente y misericordioso envía tu Espíritu Santo, para que aparte de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad, permite Señor, que mi mirada coincida con la tuya: haz que no me fije en los grandes y poderosos de este mundo sino en los pequeños y sencillos de corazón.
2.-Texto Bíblico Lucas 17, 20-25
En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo llegaría el Reino de Dios, Jesús les respondió: El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: «Vedlo aquí o allá», porque el Reino de Dios ya está entre vosotros. Dijo a sus discípulos: Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: «Vedlo aquí, vedlo allá.» No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.
3.- Lectura Qué dice el texto
El Reino de Dios ocupó el centro de la predicación de Jesús. A él dedicaba su tiempo y sus mejores energías; era el objeto de su ocupación y preocupación. El Reino de Dios, o mejor, el reinado de Dios, era la nueva situación creada por Dios para el hombre, con motivo de la llegada de Jesús al mundo. Algunos esperaban esta venida de un modo espectacular. Pero este Reino “llegó sin dejarse sentir”. No hizo ruido. Y se instaló en silencio en los corazones de las personas de buena voluntad. Desde entonces miles y miles de hombres y mujeres pasan su vida sin destacar en nada; sin recibir un aplauso; sin salir nunca en la prensa. Ellos y ellas van desgranando su vida ordinaria y sencilla en el campo, en un hospital, en el taller, en los oficios de la casa. Estas personas jamás se enfadan ni están tristes, al contrario, ayudan al que lo necesita y todo lo hacen con cariño, con alegría, con ilusión. La razón de ese obrar es muy sencilla: “El reino de Dios ya está entre ellos”. Estos no necesitan milagros para ser santos. Toda su vida ha sido un puro milagro y su fiesta la celebran el día uno de Noviembre.
4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio ya meditado.
● Jesús dice: “¡El reino está en medio de vosotros!” ¿Has descubierto alguna señal de la presencia del Reino en tu vida, en la vida de tu gente o en la vida de tu comunidad?
● La cruz en la vida. El sufrimiento. ¿Cómo ves el sufrimiento y qué haces con él?
5. Acción
Haré las cosas ordinarias de este día de modo que sean la mejor expresión de que el Reino de Dios ya ha llegado a mi corazón.
Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, hoy te quiero agradecer el haber caído en la cuenta de que Tú no eres para mí un ser extraño, que habitas en parajes lejanos. Estás a mi lado, es más, estás dentro de mi propio corazón. Ahí has instalado tu Reino. Desde ahí diriges y orientas mi vida hacia la verdad, la libertad, el amor, la felicidad.